Una condena pesa sobre la exestrella de la medicina Paolo Macchiarini, pero no irá a la cárcel.

Un tribunal sueco impuso este jueves una sentencia suspendida al cirujano italiano caído en desgracia por causar daños corporales durante un trasplante experimental de células madre en la tráquea.

La sentencia suspendida significa que estará en libertad condicional durante los próximos dos años.

Macchiarini, quien alguna vez fue considerado un cirujano pionero en trasplantes, fue además absuelto de dos cargos de agresión.

El juicio se realizó a raíz de que tres pacientes que se sometieron a intervenciones del cirujano en Suecia fallecieran.

Los fiscales habían pedido que Macchiarini cumpliera cinco años de cárcel, pero el tribunal de distrito dictaminó que el médico no tenía la intención de causar daño a los pacientes.

Por su parte, el cirujano negó sistemáticamente los cargos.

Las víctimas

Paolo Macchiarini trabajaba en el prestigioso Instituto Karolinska, cuyos profesores son los que deciden cada año quién recibirá el Premio Nobel de Medicina.

El cirujano recibió un reconocimiento internacional en 2011 por llevar a cabo el primer trasplante de órganos sintéticos del mundo.

Sus intervenciones con tráqueas de plástico con células madre ofrecían la posibilidad de que los pacientes no debieran esperar donantes.

Sin embargo, cinco años después, su trabajo amenazó con sepultar la histórica reputación del centro y de su institución hermana, el Hospital Universitario Karolinska.

Andemariam Beyene, un estudiante de posgrado de Eritrea que recibió el primer trasplante en 2011, murió dos años y medio después tras una serie de infecciones. Se descubrió que su tráquea sintética se había aflojado.

Poco después de la operación, Beyene habló con la BBC y le dijo: "Estaba muy asustado, muy asustado por la operación. Pero era vivir o morir".

Dos pacientes más también recibieron trasplantes en el hospital Karolinska y finalmente murieron.

Christopher Lyles, de EE.UU., tuvo un trasplante de tráquea sintética en 2011 y murió a los pocos meses.

Mientras, la turca Yesim Cetir, de 20 años, fue operada en 2011 y murió en 2017. También fallecieron otros pacientes tratados en el extranjero, incluida la rusa Julia Tuulik.

Prácticas alarmantes

En 2016, un documental de televisión expuso prácticas alarmantes que Paolo Macchiarini llevó a cabo durante sus cirugías.

Las revelaciones desencadenaron la renuncia de directivos del instituto, incluido el rector, y del secretario del comité del Nobel de Medicina, además del despido de Macchiarini, en un caso considerado como el mayor escándalo en la historia de la medicina del país y que se temía podía dañar la reputación de los Nobel.

El caso finalmente llegó al tribunal de distrito de Solna, cerca de Estocolmo, donde el médico fue acusado de los delitos penales de agresión con agravantes y lesiones corporales. Pero no fue acusado de matar a los pacientes.

El juez Bjoern Skaensberg dijo que el tribunal estuvo de acuerdo con los fiscales en que la cirugía no había sido consistente con "la ciencia y la experiencia comprobada".

Sin embargo, dijo a la emisora pública SVT que había concluido que "dos de las intervenciones eran justificables, pero no la tercera".

Informó que el tribunal había encontrado que los tres pacientes habían sufrido lesiones corporales graves.

Pero Macchiarini fue absuelto de agresión porque no se había probado ninguna intención de dañar.

El cirujano siempre negó haber actuado mal, argumentando que los trasplantes tenían como objetivo salvar la vida de los pacientes.

Sin embargo, el médico denunciante Matthias Corbascio le dijo a SVT que el veredicto fue un escándalo y que nunca hubo ninguna posibilidad de que las operaciones tuvieran éxito.

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