Un miembro del círculo más cercano de Viktor Orban renunció a su cargo después de que el primer ministro húngaro se pronunciara en contra de convertirse en un "pueblo de raza mixta".

Según los medios locales, Zsuzsa Hegedus, que conoce al nacionalista Orban desde hace 20 años, describió el discurso como un "texto de nazismo puro".

El Comité Internacional de sobrevivientes del Holocausto de Auschwitz calificó el discurso de "estúpido y peligroso".

Un portavoz de Orban dijo que los medios habían tergiversado los comentarios.

El discurso tuvo lugar el sábado en una región de Rumania que tiene una gran comunidad húngara.

En él, Orban dijo que los pueblos europeos deberían tener la libertad de mezclarse entre sí, pero que la mezcla con los no europeos creó un "mundo de razas mixtas".

"Estamos dispuestos a mezclarnos unos con otros, pero no queremos convertirnos en pueblos mestizos", dijo.

Contrario a la inmigración

Las opiniones contrarias a la inmigración de Orban son bien conocidas, pero para Hegedus, el discurso del sábado traspasó la línea.

"No sé cómo no se dio cuenta de que el discurso que pronunció es una diatriba puramente nazi digna de Joseph Goebbels", escribió en su carta de renuncia, según el sitio web de noticias hvg.hu.

Goebbels era el jefe del ministerio de propaganda de Adolf Hitler.


Análisis

Nick Thorpe corresponsal en Budapest

Los comentarios de Orban sobre la raza han sido duramente criticados por algunos en Hungría y defendidos con la misma vehemencia por otros.

"Solo una raza habita esta tierra, el Homo Sapiens. Y es única e indivisa", comentó el rabino jefe Robert Fröhlich.

Los políticos de la oposición, derrotados decisivamente por el partido Fidesz de Orban en las elecciones de abril, dijeron que sus comentarios estaban "más allá de los límites... indignos de un estadista europeo".

El portavoz del gobierno, Zoltan Kovacs, trató de amortiguar el creciente coro de condenas, argumentando que el primer ministro había hablado abiertamente sobre los temas de inmigración y la integración durante años.

En el diario insignia del gobierno, Magyar Nemzet, un artículo elogió a Orban por defender la idea de nación frente a un intento de mezclar a todas las naciones "en una masa gris e indistinguible".

En el mejor de los casos, Orban parece confundido, a veces hablando de los húngaros como "la sociedad más mixta", en otras ocasiones, parece sugerir que cree en la pureza étnica.

Es poco probable que la renuncia de Zsuzsa Hegedus tenga más repercusiones en Hungría.

La disciplina del partido es estricta y las renuncias son casi inauditas.


Durante su discurso, el líder húngaro también pareció restar importancia a las cámaras de gas nazis en la Segunda Guerra Mundial cuando criticó el plan de la Unión Europea para reducir la demanda de gas en un 15% al señalar que "el pasado nos muestra el conocimiento alemán sobre eso".

El grupo judío más grande de Hungría condenó el discurso y pidió una reunión con Orban.

Más de medio millón de judíos húngaros fueron asesinados en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, muchos de ellos en Auschwitz, Polonia.

El Comité Internacional de Auschwitz dijo que sus palabras alimentan "todas las fuerzas racistas y de extrema derecha en Europa".

Y recordaron a los sobrevivientes del Holocausto los tiempos oscuros de su persecución.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rumania dijo que los comentarios eran inaceptables y que era lamentable que se pronunciaran en territorio rumano.

Respondiendo por carta a su antiguo asesor, Orban defendió sus palabras.

"Sabes mejor que nadie que en Hungría, que mi gobierno sigue una política de tolerancia cero tanto con el antisemitismo como con el racismo", escribió.

Su portavoz, Zoltan Kovacs, dijo que los principales medios de comunicación estaban "hiperventilando sobre un par de líneas duras sobre la inmigración y la integración", y sin embargo se habían mantenido en silencio sobre los puntos principales del discurso.

Sobre la guerra en Ucrania

Al abordar la guerra en Ucrania en su discurso, Orban argumentó que el apoyo de Occidente al país había fracasado, que las sanciones contra Rusia no estaban funcionando y que un acuerdo de paz negociado debería ser la prioridad.

Viktor Orban ganó un cuarto mandato histórico en abril, pero su postura sobre la guerra de Rusia no ha estado en sintonía con la posición del resto de países de la UE.

Ha mantenido buenas relaciones con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y es el único líder de la UE que critica abiertamente al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.

Mientras que el resto de la UE estaba de acuerdo en reducir su dependencia del gas ruso, el ministro de Relaciones Exteriores de Hungría visitó Moscú la semana pasada para discutir la compra de más gas.

Budapest importa actualmente el 80% de su gas de Rusia.

A pesar de recibir grandes cantidades de fondos de la UE, el gobierno húngaro se ha enfrentado con frecuencia a Bruselas por cuestiones de estado de derecho, como la libertad de prensa y la inmigración.

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