Un ciclón bomba azota las zonas costeras del norte de California, que está bajo estado de emergencia desde el miércoles.

Gran parte del estado ha sido golpeado por este fenómeno bautizado por algunos medios como pineapple express (en español, "expreso de la piña"), que dejó al menos 4 víctimas mortales y a casi 200.000 personas sin electricidad.

Esta fuerte tormenta se origina en Hawái (donde la piña es una fruta en abundancia, de ahí su apodo) y llega hasta la costa del Pacífico de Estados Unidos.

"Queremos que la gente se quede en casa", pidió London Breed, alcaldesa de San Francisco, una de las ciudades más afectadas junto con Sacramento.

Algunas zonas que están más en riesgo fueron evacuadas o se emitieron pedidos de evacuación.

Los bares y restaurantes se cerraron en San Francisco el miércoles, ya que las autoridades advirtieron que no se conduzca en las carreteras. También se cancelaron decenas de vuelos.

El pineapple express se generó por los denominados ríos atmosféricos, que llevan fuertes lluvias y vientos, e incluso nieve a Sierra Nevada, y el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos dijo que California seguirá viéndose afectada por este fenómeno climatológico hasta este jueves.

Pero ¿qué son los ríos atmosféricos?

Vapor de agua

Los ríos atmosféricos no corren por la tierra, no contienen agua líquida ni desembocan en el mar. En cambio, están a kilómetros de altura, transportan vapor de agua y los mueven las corrientes de aire.

Pueden tener más de 400 kilómetros de ancho y arrastran consigo una cantidad de agua que representa de 7 a 15 veces la descarga diaria promedio del Misisipi, y existen para regular el clima de nuestro planeta.

Esta función la ejecutan al llevar agua en estado gaseoso desde el ecuador hasta los polos.

Con su movimiento, proporcionan más de la media anual de las lluvias en las costas de América del Norte, Francia, el norte de España y Portugal, Reino Unido, el sureste de América del Sur, el sur de Chile y partes de Asia y Nueva Zelanda.

De igual manera, cumplen una función en el mantenimiento del nivel del mar y están detrás de muchos eventos de lluvias extremas en el mundo, incluidas tormentas e inundaciones como las que se registran esta semana en California.

Componente crucial del sistema climático global

Kyle Clem, profesor de Ciencias Climáticas en la Universidad Victoria en Wellington (Nueva Zelanda), aseguró meses atrás en entrevista con BBC Mundo que los ríos atmosféricos son fenómenos relativamente raros: en cualquier momento dado conviven menos de cinco en todo el mundo.

Sin embargo, son responsables de alrededor del 90% del transporte total de humedad desde latitudes bajas a altas.

"Esto representa un componente crucial tanto del sistema climático global como del ciclo hidrológico", explicó el meteorólogo.

Según comentó, estos "ríos" no solo transportan humedad, sino también la energía resultante de la evaporación hacia latitudes más altas donde hay un déficit energético.

"Los ríos atmosféricos son también fundamentales para la lluvia y las nevadas en todo el mundo y, por lo tanto, en algunas áreas juegan un papel esencial en el mantenimiento de las fuentes de agua dulce, como las aguas subterráneas, el flujo de ríos y arroyos y la capa de nieve", añadió.

El experto dijo, además, que juegan también un papel fundamental en el mantenimiento del nivel del mar.

"Por ejemplo, el 40-60% de la acumulación total de nieve en la Antártida se compone de eventos de acumulación 'extrema', que a menudo ocurren en forma de ríos atmosféricos", explicó.

Peligros del cambio climático

Un estudio publicado el año pasado por Clem y otros investigadores asocia las temperaturas más altas registradas en la península Antártida desde la década de 1950 con la llegada de estos ríos atmosféricos originados en el Pacífico.

Y, de acuerdo con el investigador, no es casual que esto haya ocurrido en un lapso de tiempo en el que han aumentado las temperaturas globales como resultado del cambio climático.

"Los ríos atmosféricos no están relacionados con el cambio climático. Ocurren naturalmente", precisó Clem.

"Sin embargo, la cantidad de humedad que la atmósfera puede retener y, por lo tanto, la cantidad de humedad que los ríos atmosféricos tienen disponible para transportar, aumenta con la subida de la temperatura del aire", explicó.

"De ahí que los aumentos en las temperaturas atmosféricas y oceánicas globales permiten que los ríos atmosféricos se vuelvan más fuertes y, por consiguiente, aumentan el potencial de eventos de precipitación intensa más severos en forma de nevadas y lluvias", señaló.

De acuerdo con el académico, el cambio climático también puede cambiar la ubicación y la intensidad de los sistemas de tormentas asociados a estos "ríos".

Publicidad