Advertencia: esta nota contiene relatos de agresiones sexuales.

El Servicio de Fiscalía de la Corona británica considera que Reynhard Sinaga es el "violador más prolífico" en los registros legales de Reino Unido.

Perpetró delitos de ataques sexuales durante años, abusando a hombres jóvenes que salían de fiesta en las noches, hasta que fue capturado en 2017.

Y este lunes fue condenado a prisión de por vida por 159 delitos sexuales, incluidas 136 violaciones.

En una audiencia de sentencia en el Tribunal de la Corona de Manchester también se levantaron las restricciones sobre su identidad, por lo que el nombre del violador fue mencionado abiertamente por primera vez.

El estudiante de posgrado ya cumplía una condena con un plazo mínimo de prisión de 20 años por dos juicios anteriores también relacionados por asaltos sexuales.

Los detectives señalan que no han podido identificar al menos a 70 víctimas y realizaron un llamamiento para que cualquiera que crea ser víctima del violador serial se presente a brindar testimonio.

Entre los cargos en su contra, fue hallado culpable de llevar al menos a 48 hombres desde las afueras de los clubes de Manchester a su departamento, donde los drogó y agredió, filmando los ataques.

Esa fue su principal forma de encontrar a sus víctimas.

El lugar

La calle Princess, en el corazón del centro de la ciudad de Manchester, rara vez es un lugar tranquilo.

Al cruzarlo desde el impresionante ayuntamiento victoriano se pasa por bares, tiendas y restaurantes hasta llegar al ingreso de dos de los destinos más populares de la ciudad: Chinatown y Gay Village.

Y si se avanza un poco más, se llega a un tramo bordeado por clubes que representan una gran parte de la vibrante vida nocturna de la ciudad.

Con su proximidad a dos de las universidades de la ciudad, también es un área popular para el alojamiento de estudiantes.

Todos los factores para convertir el área en sinónimo de diversión por las noches.

Sinaga, un estudiante de posgrado de 36 años, vivió durante más de siete años a tan solo dos cuadras de los principales centros de entretenimiento de esa zona.

El violador

Originario de Indonesia, el violador sentenciado era un "eterno estudiante", que ya contaba con cuatro títulos universitarios y hasta 2017 cursaba un doctorado durante el día.

En las noches se transformaba en un delincuente sexual en serie.

Pese a ser hallado culpable por 135 violaciones, incluyendo a los 48 hombres que drogó en su apartamento, la policía cree existen al menos 190 personas afectadas por los ataques de Sinaga.

Pueden ser tan precisos acerca de estos números porque el violador filmaba sus ataques y guardaba como "trofeos" accesorios, teléfonos, ropa e incluso información sobre sus víctimas.

Operaba en un área pequeña a su domicilio y sus objetivos eran jóvenes alrededor de los 20 años que habían estado bebiendo en los clubes nocturnos cercanos.

Algunos iban camino a casa, otros se habían separado de sus amigos.

Muchos estaban demasiado borrachos para recordar su conversación con Sinaga, pero para aquellos que lo hicieron no había indicios que los hiciera temer un ataque sexual.

Sinaga usaba varios pretextos para atraer a cada uno a su apartamento.

Algunas víctimas pueden recordar haber recibido una bebida y luego desmayarse.

Las víctimas

Sinaga es un hombre de complexión delgada y baja estatura, y físicamente no parecía amenazante, según sus víctimas.

Es más, lo recuerdan como alguien sonriente y que parecía extravagante.

Esta apariencia inofensiva le permitió a Sinaga persuadir a sus víctimas a acompañarlo a casa.

Decenas de víctimas señalaron estos elementos en los testimonio brindados ante la policía en el transcurso de las audiencias judiciales en contra de Sinaga.

De los hombres que acudieron a los tribunales, la gran mayoría declaró ser heterosexual.

Ian Rushton, del Servicio de Fiscalía de la Corona, dijo que pensaba que Sinaga disfrutaba "un placer particular al aprovecharse de hombres heterosexuales".

La mayoría de sus víctimas vivía en Manchester en ese momento y muchos de ellos eran estudiantes.

Uno de los jóvenes que brindó su testimonio indicó que estaba esperando a su novia fuera un club nocturno cuando se le acercó una persona de baja estatura y rasgos asiáticos que parecía inofensiva.

Sinaga invitó a su víctima a esperar a su pareja en el apartamento y el joven no recuerda nada más después de haber aceptado una bebida.

Otro hombre describió haber sido "abordado por un joven caballero asiático".

Relató que tenía un "vago recuerdo de explicar que mi teléfono estaba sin batería y que estaba tratando de tomar un taxi sin éxito".

"Creo que puedo recordar una conversación en la que me dice: '¿Le gustaría entrar y cargar su teléfono y conversar un poco?'", añadió la víctima.

Para él, Sinaga "no parecía un personaje imponente" y durante la charla en el departamento parecía ser "una persona honesta y motivada" con un interés en la investigación académica.

El hombre dijo en los tribunales que, poco después de que aceptó una bebida, no podía recordar "una sola cosa hasta la mañana siguiente".

Después de despertarse, confundido y desorientado, se fue del apartamento de Sinaga a los cinco minutos.

Como muchas de las víctimas, no tenía idea de que había sido violado hasta que la policía fue a buscarlo para tomar su testimonio.

Otro joven que brindó testimonio recordó que sus amigos lo pusieron en un taxi fuera de un club y que su siguiente recuerdo fue despertarse en el domicilio del violador.

Cuando le preguntó a Sinaga qué había sucedido, éste afirmó que lo había llevado hasta ahí después de encontrarlo tirado en la calle.

Otra víctima creía que el atacante había sido "realmente amable y lo había cuidado".

En cambio algunos relataron sentirse muy indispuestas después de despertar desnudos y cubiertos en vómito.

Lo que ellos no sabían en ese momento es que el violador les había dado una droga, la sustancia ácida GHB, que los dejaba casi inconscientes.

Muchos teléfonos celulares de los que cayeron en el apartamento de Sinaga fueron recuperados por la policía cuando allanó el lugar.

La droga

El GHB, o ácido gamma-hidroxibutírico, es una de las drogas prohibidas de clase C en estado líquido o en polvo incoloro e inodoro que generalmente se disuelve en agua.

Genera sensaciones de euforia en dosis muy pequeñas, pero en cantidades ligeramente mayores puede causar pérdida del conocimiento e incluso la muerte.

Se utiliza en clubes nocturnos y en el llamado chemsex, una práctica extendida en algunos países de tener relaciones sexuales bajo influencia de sustancias ilegales.

También es utilizada con frecuencia para perpetrar delitos sexuales como los de Reynhard Sinaga.

Se estima que genera miles de ingresos hospitalarios cada año, pero las estadísticas sobre sus efectos siguen siendo incompletas, según autoridades británicas.

Entre 2007 y 2017, más de 200 muertes estuvieron relacionadas con la droga en territorio británico.

Y ahora el GHB también esta relacionada con la investigación sobre violaciones en la historia de Reino Unido.

*Con información del periodista de BBC News Daniel De Simone.

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