Smyllum Park, un orfanato católico en Escocia, cerró en 1981. Pero lo que pasó allí sigue dando de qué hablar casi 40 años después.

La policía local anunció el jueves el arresto de 12 personas, entre los que hay varias monjas y otros exmiembros del personal de entre 62 y 85 años, como parte de una investigación sobre presuntos "abusos físicos y sexuales sistemáticos" de niños en esa institución religiosa.

De acuerdo con las autoridades, también serían llevados ante la justicia otros cuatro antiguos empleados del popularmente llamado "orfanato fantasma" -se le llama así desde que quedó vacío-, controlado por más de un siglo por la orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

La policía anunció que no divulgaría más detalles sobre las identidades de los acusados o los delitos que enfrentan, a la espera de las decisiones finales de los fiscales.

El comunicado señala que todos están sujetos a informes de la Oficina de la Corona y el Servicio Fiscal Procurador (el servicio de la fiscalía independiente de Escocia).

"Las consultas continúan, sería inapropiado hacer más comentarios ", agrega.

Marie Peachey, una británica que vivió en Smyllum cuando niña junto a su hermano mayor y su hermana menor, le contó a BBC Escocia que se sentía "conmocionada, asustada, mal... feliz" al enterarse de los arrestos.

"Todas las emociones en una", agregó la mujer, que asegura que aunque ya tiene 50 años, aún se asusta al recordar lo que vivió allí.

Los testimonios contra la orden el año pasado como parte de las investigaciones conllevaron a una disculpa por parte de la hermana Ellen Flynn, quien actualmente encabeza la orden de las Hijas de la Caridad en Reino Unido.

La religiosa calificó de "horripilantes" los relatos sobre lo sucedido y consideró que esos hechos iban "totalmente en contra" de lo que la orden representa.

De acuerdo con el diario The Scottish Daily Mail, la policía de Escocia comenzó a investigar por separado a las Hermanas de Nazaret, otra orden católica que administraba hogares de niños huérfanos.

Estos procesos legales ocurren en el contexto de la visita del papa Francisco este fin de semana a la vecina Irlanda, donde tiene previsto reunirse con víctimas de abuso sexual de la Iglesia católica allí.

Las denuncias

Más de 11.000 niños fueron ubicados en ese orfanato desde su apertura en 1864 hasta su eventual cierre 117 años después.

Algunos quedaron huérfanos, pero otros provenían de familias que no podían mantenerlos y fueron enviados allí.

Desde hace años, la Comisión de Investigación de Abuso Infantil (SCAI) de Escocia analiza denuncias sobre supuestos abusos que tuvieron lugar en ese hogar de menores huérfanos en el condado de Lanarkshire.

De acuerdo con esa unidad investigativa, la mayoría de las personas que testificaron aseguran que cuando vivieron en el orfanato eran golpeados repetidamente, sometidos a castigos y algunos alegan que fueron víctimas de abusos sexuales por personas responsables de su cuidado.

Gregor Rolfe, un abogado de las Hijas de la Caridad, reconoció el año pasado ante el SCAI que un exmiembro del personal pudo haber abusado sexualmente de menores, aunque las denuncias fueron reportadas ante las monjas, pero no a la policía.

Algunos testimonios alegaron que un grupo numeroso de niños había muerto en el hogar, pero la forma exacta en que perecieron y dónde fueron sepultados se desconocieron por años.

Finalmente en 2003, unos sobrevivientes del orfanato encontraron en una fosa clandestina ubicada en una parcela cercana donde, según una investigación de la BBC, fueron enterrados al menos 400 niños.

Los sobrevivientes

Aunque la mayoría de los que vivieron en el orfanato cuando eran niños ya murieron, las denuncias del proceso las están llevando adelante algunos de los que todavía están vivos.

A finales de 2017, la SCAI reveló algunos de los testimonios donde las presuntas víctimas contaron sus vivencias en Smyllum Park.

Uno de ellos alegó que las monjas lo golpeaban, lo encerraban y que en una ocasión le metieron la cabeza en un inodoro.

"Estaba histérico, pensé que iba a desaparecer en el inodoro", contó.

Otro de los declarantes, al ser interrogado sobre la comida en Smyllum, aseguró que siempre tenía hambre.

"No recuerdo la comida. Recuerdo haber comido hierba porque tenía hambre", alega en la declaratoria.

Otra de las presuntas víctimas, que asegura que vivió en el orfanato desde los 4 años, afirmó que recibió electroshocks.

Contó que estuvo atada a una cama y amordazada durante horas, ahogándose con una almohada y tragándose su vómito.

Theresa Tolmie-McGrane, otra de las presuntas víctimas, le contó a la BBC en diciembre pasado que llegó a los 6 años al orfanato y que vivió allí "más de una década de abuso físico, sexual y mental".

"Todos los chico fueron golpeados, castigados, encerrados en cuartos oscuros. Nos hacían comernos nuestro propio vómito. Diría que a muchos de nosotros nos lavaron la boca con jabón carbólico", afirmó.

Tras casi tres años de audiencias e investigaciones, la SCAI planea ofrecer un reporte preliminar sobre los abusos en las próximas semanas y un dictamen final para 2019.

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