Autoridades de Sri Lanka señalaron este viernes que el número de muertos por los atentados del pasado 21 de abril eran "cerca de 253" y no 359 cómo se había informado previamente.

Funcionarios del gobierno indicaron que un error de cálculo dio como resultado "100 víctimas fatales de más" y anotaron que la equivocación se había dado por la dificultad de identificar a las personas muertas.

Los atentados se presentaron en iglesias y hoteles en varias ciudades del país como la capital Colombo, Negombo y Batticaloa.

La mayoría de las personas que fallecieron en los ataques eran residentes en Sri Lanka, pero también se registró la muerte de varios extranjeros que estaban visitando el país por turismo.

Nueve personas han sido arrestadas acusadas de haber planeado y ejecutado los atentados. La policía local continúa con los operativos y ha dado a conocer la foto de siete personas sospechosas de haber participado en los ataques.

Hasta ahora el gobierno señaló como responsable de los ataques a un grupo local islamista conocido como National Thowheed Jamath (NTJ), aunque también agregó que había podido recibir ayuda del extranjero.

¿Por qué se dio una cifra equivocada?

El viceministro de Defensa de Sri Lanka, Ruwan Wijewardene, anotó que las morgues habían dado cifras erróneas.

Otro funcionario del Ministerio de Salud le dijo a la agencia de noticias Reuters que habían muchas "partes humanas" por lo que era "difícil entregar una cifra precisa".

Según los voceros del mismo Ministerio, todas las autopsias se terminaron este jueves y se ha revelado que algunas víctimas fueron contadas más de una vez.

El editor de Asia de la BBC Jill McGivering indicó que la revisión de las cifras ocurre en un momento en que el gobierno está luchando por recuperar la credibilidad, en medio de fuertes críticas porque al parecer no respondió de forma adecuada a las alarmas que fueron dadas por los organismos de inteligencia antes de los ataques.

McGivering también anotó que las autoridades están luchando para contrarrestar las noticias falsas y los rumores sobre la crisis. Y que es improbable que este repentino cambio dramático en el número de muertos ayude.

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