AFP

Bélgica podría ofrecer refugio al líder separatista catalán Carles Puigdemont, sugirió el ministro de Inmigración belga, en medio de la crisis política en España.

Puigdemont fue destituido por el Gobierno español como presidente de Cataluña el viernes, después de que el Parlamento de esa región declarara unilateralmente la independencia de España, y la fiscalía general anunció que presentará la semana próxima una querella por "rebelión".

El ministro belga de Inmigración, Theo Francken, miembro del partido separatista flamenco N-VA, se preguntó si Puigdemont podrá contar con un juicio justo y mencionó que podría obtener asilo en Bélgica si así lo solicitaba, al ser preguntado al respecto por una periodista.

"No es poco realista [pensar que Bélgica podría proteger a Puigdemont], en vista de la actual situación", declaró Francken a la cadena VTM el sábado.

"Habida cuenta de la represión que ha ejercido Madrid y las penas de prisión propuestas, cabe plantearse la cuestión de si [Puigdemont] podrá contar con una audiencia justa en los tribunales". 

En cualquier caso, no existen informaciones que indiquen que el dirigente quiera abandonar Cataluña, y este domingo, el vicepresidente del Gobierno catalán destituido, Oriol Junqueras, afirmó que el presidente de Cataluña "es y seguirá siendo" Puigdemont

El pasado 1 de octubre se celebró un referéndum de independencia en Cataluña declarado inconstitucional, que el Gobierno central reprimió con cargas policiales, desencadenando una crisis política sin precedente en el país. El pasado viernes, el Parlamento regional aprobó una declaración unilateral de independencia. 

En respuesta, el Ejecutivo central disolvió el Gobierno regional y convocó elecciones autonómicas para el próximo diciembre, mientras que la comunidad internacional rechazó la declaración unilateral del Gobierno autonómico y mostró unidad al respaldar al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. 

Reino Unido, Francia, Alemania y la Unión Europea manifestaron su firme apoyo al Gobierno español, pero el primer ministro belga, Charles Michel -que gobierna en coalición con la formación separatista N-VA- se mostró más comedido en su respuesta, pidiendo una "solución pacífica" con "respeto al orden nacional e internacional". 

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