El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cesó este lunes a uno de sus ministros más próximos, Gustavo Bebianno, en un intento por contener la crisis generada en su Gobierno, después de que su partido se viera salpicado en un supuesto caso de financiación electoral irregular.

El mandatario anunció la salida del titular de la Secretaría General de la Presidencia, quien será sustituido por el general de la reserva Floriano Peixoto, el octavo militar con un cargo en el Gobierno del ultraderechista.

El cese de Bebianno se produce semanas después de que un reportaje del diario Folha de Sao Paulo desvelara que el Partido Social Liberal (PSL), al que pertenece Bolsonaro y del que Bebianno fue presidente, habría defraudado al presentar algunas candidaturas "fantasma" para las elecciones de octubre pasado.

El asunto generó malestar en el entorno más próximo de Bolsonaro, quien durante su campaña electoral alzó la bandera de la lucha contra la corrupción, pero la situación se tensó por completo después de unas declaraciones de Bebianno.

El ministro afirmó que "no existía crisis" en el Gobierno tras las sospechas de financiación irregular en su partido y subrayó que había hablado "tres veces" con el presidente Bolsonaro mientras éste se recuperaba de su última cirugía en un hospital de Sao Paulo.

La supuesta conversación mantenida entre ambos fue tajantemente desmentida por Bolsonaro y por uno de los hijos del mandatario, el concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, quien publicó un audio en sus redes sociales para dejar constancia de que su padre no habló con Bebianno al respecto.

Según informaron medios brasileños, Bebianno criticó duramente entre bastidores la actitud de Carlos Bolsonaro y del propio presidente, en el poder desde el pasado 1 de enero.

Tras el cese anunciado este lunes y con el fin de calmar los ánimos, Bolsonaro publicó un vídeo en el que agradeció la dedicación y el compromiso del ya exministro durante la coordinación de la campaña electoral que permitió la victoria del ultraderechista el pasado octubre. Bebianno dirigía entonces el PSL, un partido minúsculo que acabó transformándose en la segunda minoría del Congreso tras las elecciones.

Semana clave para el gobierno de Bolsonaro

La salida de Bebianno, quien ejercía como interlocutor del presidente con otros estamentos del poder, tiene especial relevancia, pues el ministro era uno de los hombres próximos del presidente, y se produce en una semana crucial para el Gobierno brasileño.

Bolsonaro pretende presentar este miércoles al Congreso el proyecto para la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, que para los mercados financieros es la única forma de acabar con un déficit fiscal que en 2018 fue equivalente al 7,09 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y que será similar este año. El gobernante ya ha definido una edad mínima de 62 años para mujeres y 65 años para los hombres.

En la actualidad, la ley permite a las mujeres jubilarse con 30 años de cotización y a los hombres con 35 sin que exista ningún límite de edad para ello, por lo que hay casos en los que personas con apenas 50 años ya pueden percibir esa prestación.

La aprobación de la reforma del sistema de pensiones es crucial para el Gobierno de Bolsonaro, quien en su primer mes y medio al frente del poder ha tenido que sortear una serie de divergencias internas y algunas controversias, especialmente por los manejos bancarios "sospechosos" de su hijo mayor, el senador Flavio Bolsonaro.

El primogénito del presidente se ha visto salpicado en un caso que investiga movimientos bancarios "atípicos" de Fabricio Queiroz, quien fue empleado suyo durante su etapa como diputado regional de Río de Janeiro, lo que ha levantado sospechas de evasión fiscal.

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