El Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, defendió en televisión el retiro de las señaléticas de límite de velocidad en las rutas nacionales con el argumento de devolverle "el placer de conducir" a los brasileños. 

El mandatario hizo estas declaraciones en un programa de televisión de Brasil, en medio de la polémica con la justicia brasileña por la quita de estos radares de velocidad, la que justificó por la reducción de accidentes mortales que se registraron en semana santa en las rutas nacionales. 

Hace un mes, el juzgado civil de Brasilia, solicitó estudios, al Gobierno Federal, que fundamenten la decisión y determinó que "se abstenga a retirar radares de las rutas". Sin embargo,  Bolsonaro reconoció en televisión que su ministro de Infraestructura Tarcísio de Freitas ha negado cerca de ocho mil pedidos de instalación de señaléticas. 

"Una vez que se cumpla el contrato con los radares ya instalados en las rutas nacionales, no los vamos a renovar", sentenció Bolsonaro. 

Según los informes del juzgado civil, en los meses de enero y febrero, de los últimos cinco años, 78 personas murieron en el tramo Río-Santos, que cuenta con 74 señales de velocidad fija. Mientras que en un tramo de la ruta Régis, con solo 14 radares, las pérdidas humanas subieron a 113

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