El Gobierno brasileño anunció hoy (29.01.2016) que destinará 83.000 millones de reales (unos 20.393 millones de dólares) en líneas de crédito. El ministro de Hacienda, Nelson Barbosa, dijo que las medidas no tendrán costos para el Gobierno, puesto que la financiación se hará con los intereses que aplica el mercado.

Según el ministro, lo que el Gobierno hace es simplificar los procedimientos para el acceso al crédito y disminuir los riesgos. Esto ayudará al propio mercado a reducir las tasas de interés, agregó. "En relación al crédito, la mayor parte de las iniciativas son administrativas y no generan costo adicional para los contribuyentes brasileños. Queremos usar mejor los recursos disponibles", dijo Barbosa.

El Congreso Nacional se reúne el 2 de febrero

La medida que, según el Gobierno, tendrá más impacto sobre la economía es la que prevé agilizar la aplicación de recursos del Fondo de Infraestructura del Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio (FI-FGTS). El obstáculo que puede enfrentar el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff es que esta medida necesita de la aprobación del Congreso Nacional, que el próximo 2 de febrero vuelve al trabajo tras el receso de verano.

Si logra aprobarse, se inyectarán al mercado 22.000 millones de reales (unos 5.400 millones de dólares). Otra medida prevista es la autorización para que parte de la multa por rescisión de contrato del Fondo de Garantía por Tiempo de Servicios (FGTS), que se paga cuando se producen despidos sin causa justificada, pueda ser usada como garantía para créditos consignados. Las cuotas de este tipo de crédito son descontadas directamente del salario del trabajador.

También está prevista la apertura de una línea de crédito para financiar las cuotas del Programa de Sustentación de Inversiones (PSI) y del Programa de Financiación de Máquinas y Equipamientos (Finame). Esta medida, según se espera, resultará en la liberación de préstamos por un valor de 15.000 millones de reales (unos 3.685,5 millones de reales). Además, se anunció el refuerzo de la concesión de crédito por parte de bancos públicos, con tasas menores que las del mercado. Los principales sectores beneficiados con esta medida serán las micro y pequeñas empresas, la construcción civil, los exportadores y el agronegocio.

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