El Gobierno de Jair Bolsonaro le concedió este jueves refugio a 21.432 personas venezolanas que ingresaron a Brasil huyendo de la crisis económica, política y social de su país, en una decisión masiva e inédita, informaron fuentes oficiales.

"Es un marco histórico en términos de regularización migratoria, un divisor de aguas que abre precedentes para facilitar procesos semejantes en adelante", afirmó Bernardo Laferté, portavoz del Comité Nacional para los Refugiados (CONARE), un organismo interinstitucional coordinado por el Ministerio de Justicia y Seguridad Social y responsable por la concesión de ese estatus.

El anuncio fue oficializado en un acto en Brasilia que contó con la participación de representantes de la Oficina del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). De acuerdo con CONARE, la decisión fue posible gracias a un decreto con el que Brasil clasificó a Venezuela como un país en situación de "grave y generalizada violación de los derechos humanos", lo que facilita la aprobación de refugio a migrantes que aleguen tal condición.

"La CONARE usa el criterio de persecución subjetiva tras dar por hecho que en Venezuela hay una violación masiva, grave y generalizada de los derechos humanos", explicó Laferté. Brasil le concede el estatus de refugiado, que le permite regularizar su situación en el país en condiciones especiales, a personas que han huido de su nación de origen por "fundados temores de persecución" por motivo de su raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un determinado grupo social.

Según los datos del CONARE, el número de peticiones de refugio de personas venezolanas en Brasil saltó en 245 por ciento el año pasado (de 17.685 en 2017 hasta 61.681 en 2018). El aumento de las solicitudes hizo que quienes cuentan con ciudadanía venezolana pasaran a representar el 52 por ciento del total histórico de extranjeros que ha solicitado refugio en Brasil.

El número de venezolanos que cuentan con asilo no incluye a las miles de personas que, en lugar del refugio, solicitaron residencia en Brasil, una herramienta prevista en los acuerdos del Mercosur con las naciones andinas y que igualmente permite a extranjeros regularizarse.

La concesión masiva de refugio coincidió con la divulgación de un informe en el que la organización internacional Human Rights Watch (HRW) denunció que al menos 529 niños, niñas y adolescentes venezolanos ingresaron a Brasil sin la compañía adulta, en los últimos seis meses, por lo que carecen de protección del Estado. Estos niños y niñas, en su mayoría entre 13 y 17 años, no tienen acceso a educación o salud en Brasil debido a que no cuentan con una persona responsable que les represente, y terminan viviendo en situación de calle, donde están expuestos a la violencia o al reclutamiento de grupos criminales, según HRW.

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