El gobierno chino desmintió este viernes haber "ocultado" cifras en el balance del COVID-19, tras un brusco aumento del número de muertos contabilizados en el país.

"Jamás hubo ningún ocultamiento y no autorizaremos ninguno", aseguró a la prensa un vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, tras el anuncio de cerca de 1.300 muertos adicionales en Wuhan, la ciudad donde apareció el virus a fines del año pasado, una vez revisados los balances.

Zhao reconoció "retrasos, omisiones e imprecisiones" en los registros de decesos al inicio de la epidemia, a raíz de la saturación de los hospitales.

Pero "la respuesta de China a la epidemia es irreprochable", recalcó.

Publicidad