El coronavirus avanza en todo el mundo, y varios inescrupulosos en distintos países han querido hacer negocios con el caos, la desinformación y el miedo de la población. Aunque en este caso, al menos, el aprovechador no se salió con la suya.
Matt Colvin —un vendedor estadounidense de Amazon y residente en Chattanooga, Tennessee— y su hermano compraron 17.700 botellas de gel desinfectante para ponerlas en stock por sobre el precio del mercado y, de paso, dejar sin estos artículos a varias cadenas de supermercados en el sector.
Su plan iba desarrollándose a la perfección hasta la botella 300 porque, luego de esa venta, la compañía de comercio electrónico le suspendió su cuenta. Lo mismo hizo eBay, situación que lo dejó con cajas y cajas de productos.
Luego de conocerse la noticia, recibió amenazas de muerte para él y su familia, además de que lo echaran del depósito de almacenamiento en el que guardaba su mercancía. Peor para sus desgracias, la oficina del fiscal general de Tennessee lo notificó de la apertura de una investigación, ya que la ley de precios del estado prohibe los cobros "excesivamente altos" por ciertos artículos en medio de un estado de emergencia.
Así, Colvin tuvo que dar una entrevista a un canal de televisión disculpándose por sus pasos. "Nunca fue mi intención mantener los suministros médicos necesarios fuera del alcance de las personas que los necesitaban. Eso no es lo que soy como persona. Y todo lo que me han dicho durante las últimas 48 horas parece lo contrario", dijo el vendedor.
Finalmente, un tercio de sus productos quedó en manos de la oficina del fiscal general y otro tercio fue donado a una iglesia local para que sus voluntarios lo repartieran a las personas necesitadas de los alrededores.