Hong Kong confirmó el viernes que solicitó a AstraZeneca que suspenda la entrega de su vacuna contra el COVID-19 en medio de temores de efectos secundarios graves y preocupación sobre su eficacia contra las nuevas variantes del coronavirus.

El regulador europeo de medicamentos dijo esta semana que la vacuna AstraZeneca podría causar coágulos de sangre muy raros en algunos receptores, lo que provocó que una cascada de países cancelara la administración a personas menores de cierta edad.

El Reino Unido buscó el jueves sofocar los temores sobre la vacuna, diciendo que los posibles efectos secundarios eran extremadamente raros y que el riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19 era mucho mayor.

El viernes, la responsable de salud de Hong Kong, Sophia Chan, dijo que la ciudad le pidió a AstraZeneca que suspenda el envío de vacunas previsto hasta fines de año.

"Creemos que no es necesario que AstraZeneca entregue las vacunas a la ciudad este año", dijo.

Hong Kong quiere "evitar cualquier desperdicio ya que las vacunas escasean en todo el mundo", agregó.

Hong Kong, 7,5 millones de habitantes, ya se aseguró un buen suministro de vacunas.

Firmó acuerdos por 7,5 millones de dosis cada uno con la germano-estadounidense BioNTech/Pfizer y la china Sinovac.

Chan dijo además que Hong Kong busca vacunas más eficaces contra las nuevas cepas del coronavirus.

A principios de esta semana, David Hui, un destacado experto en salud pública y asesor gubernamental, pidió a Hong Kong que reemplazara AstraZeneca con una nueva vacuna de dosis única fabricada por Johnson y Johnson.

Hong Kong, un territorio densamente poblado, registró hasta ahora un poco más de 11.000 casos de covid-19 y 205 muertos.

Fue uno de los primero territorios afectados por el coronavirus, pero el estricto distanciamiento social y el uso generalizado de las mascarillas lograron contener la expansión de la pandemia.

En cambio, la campaña de vacunación avanza lentamente ya que hasta ahora, solo 529.000 personas han recibido la primera dosis.

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