Elisa Granato, de 32 años, es una investigadora de zoología y microbiología en la Universidad de Oxford que tras graduarse en Ciencias Biológicas en la Universidad de Múnich.

Según destaca el diario ABC de España, ella se convirtió en la primera ciudadana de origen italiano que se ha sometido a una vacuna experimental por el coronavirus, la cual fue producida por el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford y el IRBM Science Park, una sociedad italiana fundada en 2009 –en Pomezia, Roma– que trabaja en el sector de la biotecnología molecular y de las ciencias biomédicas.

Granato, la segunda persona en someterse a la primera fase de pruebas en humanos de la vacuna desarrollada en Inglaterra, recibió su primera inyección el pasado 23 de abril, el día de su cumpleaños, momento transmitido en directo en televisión por la BBC. “Soy una científica y quería apoyar un proyecto científico. Personalmente, tengo un cierto grado de confianza en esta vacuna”, declaró la investigadora a la cadena británica.

A través de Twitter también explicó en qué consiste este proyecto. “La vacuna no contiene COVID-19 en absoluto. Solo hay una pequeña parte insertada en un virus diferente y no dañino. Esto evita que se propague, pero potencialmente puede activar el sistema inmunitario y así protegernos de COVID-19. No seré infectada intencionalmente con el coronavirus. El estudio se dirige a la producción de anticuerpos y a la protección inmunitaria del mundo real en los próximos meses”.

“Me está yendo muy bien hasta ahora, todo el equipo está haciendo un excelente trabajo de control y apoyo”, detalló acerca de su estado de salud. La investigadora incluso debió desmentir una falsa noticia sobre su muerte el pasado sábado, tras lo cual también volvió privada su cuenta de Twitter.

En caso de prosperar el proyecto, Bill Gates, el fundador de Microsoft, asegura estar dispuesto a financiar la producción de una vacuna contra el coronavirus, luego de mostrar su confianza en el experimento del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford y el Irbm Science Park.

Según él mismo detalló en una entrevista al diario británico Times, la Fundación Bill y Melinda Gates– la fundación privada más rica del mundo –fundada en 2000 por el magnate y su esposa, ayudará a encontrar el dinero necesario para que, una vez desarrollada la vacuna, sea posible producirla a gran escala y cubrir así las necesidades de todo el planeta.

Gates dijo al Times que está en comunicación con todos los programas de investigación de vacunas más innovadores, comenzando con éste al que se sometió la investigadora Elisa Granato.

Además alabó a la jefa del instituto de investigación, la viróloga Sarah Catherine Gilbert, una profesora especializada en el desarrollo de vacunas contra la gripe y patógenos virales. El gobierno británico le proporcionó fondos suficientes para que proceda “con toda rapidez”, mientras que el fundador de Microsoft ya habla de contactos con las compañías farmacéuticas para que estén preparadas para poder producir la vacuna a nivel global de manera rápida si tiene éxito.

Publicidad