El presidente sirio, Bashar al Asad, y su esposa, Asma, dieron positivos a COVID-19, pero se encuentran "bien" y su condición es "estable", según anunció este lunes la presidencia en un comunicado.

"Continuarán con su trabajo durante su periodo de aislamiento en su domicilio, que durará de dos a tres semanas", precisó la casa de Estado de Siria, quienes agregaron que la pareja se sometió a un test PCR tras "haber notado síntomas leves similares a los del covid-19".

Asad, de 55 años y su esposa, de 45, se sometieron a un test de diagnóstico tras "haber notado síntomas leves similares a los del COVID-19", según las mismas fuentes.

El ministerio de Salud sirio informó a principios de mes de un "aumento en los contagios por coronavirus" e instó a "respetar cuidadosamente las medidas de precaución".

Siria también ha autorizado la vacuna rusa Sputnik V, según su embajada en Moscú, y se beneficiará además del sistema Covax, puesto en marcha por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para suministrar vacunas a los países con menos recursos. 

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