La localidad de Almería, España sigue profundamente impactada tras el hallazgo del cuerpo de Lucas, un niño de cuatro años encontrado sin vida este miércoles en la playa de Garrucha. La autopsia preliminar confirmó que el menor presentaba “signos de violencia física y sexual”, un hecho que ha estremecido al país y que mantiene a su madre, de 21 años, y a la pareja de esta como los principales sospechosos.
Ambos se encuentran detenidos por la Guardia Civil y se espera que sean puestos a disposición judicial este sábado. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía detalló que el hombre tenía vigente desde octubre una orden de alejamiento por “maltrato en el domicilio familiar”, que le prohibía acercarse tanto a la mujer como al pequeño.
La tragedia ha generado una ola de consternación en Garrucha, donde vecinos y autoridades guardaron un minuto de silencio en homenaje al menor. El abuelo de Lucas expresó con dolor su incredulidad: "Ese hombre con el que vivía la llevó a hacer una cosa que no era. Ella quería mucho a su hijo", señaló antes de romper a llorar.
El hombre al que se refiere es la pareja de la madre, quien también está detenido. Vecinos habían grabado semanas antes imágenes que mostraban al sospechoso tratando con violencia al niño, incluso tirándolo al suelo, registros que ahora toman relevancia en la investigación.
La familia del pequeño llevaba tiempo advirtiendo que algo no iba bien. La tía abuela había acudido a la Guardia Civil para alertar que Lucas podría estar sufriendo maltrato y pidió que se investigara: “Las instituciones fallaron. No actuaron cuando debían actuar, habiéndoles puesto en aviso”, lamentó.
Otra tía del niño relató al medio LaSexta que vio al menor hace apenas una semana con un golpe en la sien, un hematoma cerca del ojo y un comportamiento que evidenciaba miedo. Aseguró que Lucas “se quedaba paralizado” al ver a la pareja de su madre. Pese a acudir a la Guardia Civil para reportar su preocupación, reconoció que no llegó a presentar una denuncia formal.
El estremecedor mensaje de la madre del niño
La madre del menor llamó a los servicios de emergencia alrededor de las 19:30 horas del miércoles, afirmando que su hijo se había caído, que no reaccionaba y que desconocía su ubicación exacta. En paralelo, el padre biológico denunció la desaparición tanto de ella como del niño.
Minutos más tarde, la tía del menor recibió un mensaje devastador: "Creo que he matado a mi hijo. Lo he abandonado en una caseta de la playa". Con esa información, se activó un operativo de búsqueda que concluyó cerca de las 23:00 horas, cuando agentes encontraron el cuerpo sin vida de Lucas en la playa de Garrucha.
El medio En boca de todos obtuvo un audio enviado por la madre del menor instantes después de la muerte del niño. En la grabación se escucha a la mujer en un estado de profunda alteración: “Estoy mal de la cabeza (...) Lucas no reacciona mi amor y yo me siento mal, no sé qué pasó. Él estaba bien, pero se animó a caminar y ya se empezó a poner mal, y yo empecé a caminar como loca pensando a ver qué hacía mi amor… Y no sé dónde estoy, estoy cegada mi amor, estoy cegada”, comienza diciendo.
La grabación continúa con una confesión desesperada: “Estoy en una alucinación pensando que mi hijo sí está bien. Y yo me quiero morir (…) perdón, por decirte esto, pero yo me voy a morir, no me imagino la vida sin mi hijo amor… yo solo quiero estar con él amor. Perdón por arruinarte tu vida de esta manera, Juan. Yo sé que la mejor decisión hubiera sido haberte dejado en paz (…) Y nada de esto hubiera pasado…”.
La madre, embarazada de cinco meses, mantenía una relación de aproximadamente un año con el principal sospechoso, quien tenía prohibido acercarse a ella y al niño. Ambos permanecen detenidos mientras avanza una investigación marcada por denuncias previas, señales ignoradas y un profundo cuestionamiento al sistema de protección infantil.
