El juez federal Claudio Bonadio está acelerando la investigación contra la ex Presidenta y actual senadora de Argentina, Cristina Kirchner, por el supuesto pago de sobornos millonarios, que derivó en una docena de detenciones de exfuncionarios de su gobierno y empresarios.

Bonadio pidió autorización al Senado para allanar sus tres domicilios habituales y su despacho del Congreso, mientras prepara un nuevo pedido de desafuero en su contra.

Fuentes judiciales informaron a La Nación que el pedido para avanzar con los allanamientos fue firmado por el juez este miércoles. Aunque todavía no fue recibido por la presidenta del Senado.

Bonadio quiere allanar el departamento de Cristina Kirchner de Uruguay y Juncal, en Recoleta; y sus dos casas de Santa Cruz: la de Río Gallegos, de la calle Mascariello, y la de El Calafate. Como la expresidenta tiene fuero, Bonadio no puede hacerlo sin autorización del Senado.

En paralelo, el juez prepara su segundo pedido de desafuero de Cristina Kirchner—el primero había sido en la causa por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA—. Según fuentes judiciales, lo hará efectivo después del 13 de agosto, la fecha prevista para la indagatoria de la ex Presidenta.

Allanan casa del chofer y autor de los cuadernos 

Luego de la detención de trece personas involucrados en la causa de los cuadernos de las coimas, el fiscal federal Carlos Stornelli comenzó con las indagatorias. El único que habló fue Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta y autor de los cuadernos que motivaron las detenciones, quien declaró en calidad de arrepentido. 

Tras eso la Justicia allanó durante 01:15 horas el domicilio del hombre que registró 10 años de pago de coimas de contratistas del estado a las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner.

Además según constata La Nación, el chofer acompañó a los funcionarios judiciales, presuntamente para entregarles más documentación sobre la trama del pago de sobornos.

Centeno llegó en un auto Fiat negro con vidrios polarizados, sentado en la parte de atrás en medio de dos custodios. No se bajó del auto en la calle, sino que esperó a que le abrieran el portón de ingreso al domicilio.

Por otro lado, los empresarios detenidos ayer se negaron a declarar.

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