El estado de salud del Papa Francisco genera preocupación alrededor del mundo, luego de haber pasado más de una semana internado en el Hospital Gemelli de Roma: ¿Qué pasaría en El Vaticano si es que fallece el Sumo Pontífice?

"El estado del Santo Padre sigue siendo crítico y [...] el papa no está fuera de peligro. Esta mañana, el Papa Francisco tuvo una crisis respiratoria asmática prolongada, que también requirió la aplicación de oxígeno a alto flujo", indicó El Vaticano en un comunicado.

De acuerdo con información de Religion News, en abril de 2024, y a petición del mismo Papa Francisco, se aprobaron nuevos procedimientos funerarios más simplificados que se apeguen más a los valores de pobreza y humildad ejemplificados por Jesús. En entrevista con el periodista Javier Martínez Brocal, el religioso había expresado su disgusto a las prácticas pomposas utilizadas durante los funerales papales, señalando que él quería que su funeral fuera “como el de cualquier otro cristiano”.

Los papas anteriores fueron enterrados en tres ataúdes, una de ciprés, otra de plomo y la última de olmo, una dentro de la otra. El papa Francisco ordenó que se le entierre un solo ataúd hecho de madera y zinc.

Tradicionalmente, el lugar donde descansan los restos del sumo pontífice han sido las Grutas Vaticanas, una necrópolis que se extiende por debajo de la Basílica de San Pedro en la Ciudad de El Vaticano con nichos, pasillos y capillas donde descansan 91 papas anteriores, incluyendo Juan Pablo II y Benedicto XVI

En contraste, el Ppapa reveló en una entrevista en 2023 que eligió la basílica de Santa Maria Maggiore (Santa María la Mayor) en Roma como su lugar de sepultura, misma donde reposan siete papas. El jesuita argentino tiene una profunda conexión con dicha basílica, a la que solía ir a rezar los domingos antes de su elección como papa en 2013. Jorge Bergoglio tiene la costumbre de pasar a rezar en esa iglesia antes y después de todos sus viajes al extranjero. 

¿Qué pasa si muere el Papa Francisco?

Una vez fallece un papa, un funcionario de la corte papal conocido como “camarlengo”, actualmente Kevin Farrel, llama al Sumo Pontífice tres veces por su nombre de pila (en este caso será Jorge Mario Bergoglio). Si no hay respuesta, declara “vere Papa mortuus est” (realmente, el papa está muerto), se autoriza un certificado de defunción y se hace público el acontecimiento al notificar al cardenal vicario de la Diócesis de Roma, actualmente el cardenal Baldassare Reina. 

Una de las modificaciones hechas por el Papa Francisco es que el Camarlengo tendrá que confirmar la muerte del papa en la capilla papal y no en su habitación. Además, su cuerpo no será exhibido sobre una estructura de madera conocida como "catafalco".

Posteriormente, procede a destruir el sello papal y el anillo del papa, también conocido como el “anillo del pescador” o anillo piscatorio -con un grabado distintivo de cada papa-, el que después pasa a ser fundido para ser reutilizado en el que usará el próximo líder de la Santa Sede. Este proceso garantiza que los sellos no puedan ser utilizados para falsificar documentos.

Una vez terminado el proceso anterior, el Camarlengo supervisa que se corten las líneas telefónicas de la oficina del sumo pontífice y del apartamento privado del papa. Después, procede a cerrarlos con llave y sellarlos con cintas rojas. El cardenal prepara el funeral, que debe realizarse entre cuatro a seis días después del fallecimiento del papa, y el periodo de luto de nueve días. Si se mantiene el protocolo, tras la muerte del papa Francisco el funeral será realizado en la Plaza de San Pedro y la misa será presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, actualmente el italiano Giovanni Battista Re, de 91 años.

El periodo desde la muerte o renuncia del papa hasta la elección de su sucesor es conocido como “Interregnum” (del latín “entre dos reinos”). 15 a 20 días después del deceso comienza el Cónclave, en que los cardenales menores de 80 años votarán en varias tandas hasta definir al próximo sumo pontífice por una mayoría de dos tercios.

El Cónclave, la elección de un nuevo papa

En caso del deceso o la renuncia de un papa, se da paso a un Cónclave, que es la reunión del Colegio de Cardenales para escoger al próximo líder de la Iglesia Católica mediante una votación. Los últimos realizados fueron en 2005, con el fallecimiento de Juan Pablo II, y en 2013, con la renuncia de Benedicto XVI.

Actualmente, el Colegio Cardenalicio tiene 252 cardenales, de los cuales 138 son electores (tienen menos de 80 años) y 114 no electores (tienen 80 o más años). En Chile hay dos cardenales que podrían sufragar en un Cónclave (al 22 de febrero de 2025) y, eventualmente, ser electos sumo pontífice: Celestino Aós (79 años) y Fernando Chomalí (67 años).

Una vez iniciado el Cónclave, se reúnen los electores en la Capilla Sixtina y se limita casi todo contacto con el exterior para garantizar que no haya intervención en el proceso electoral. Las rondas de votación son sucesivas, continuando el proceso hasta que uno de los nombres consiga dos tercios de los votos. 

De no lograrse un acuerdo, se queman los votos y se libera un humo negro (conocido como fumata negra) para que los espectadores sepan que sigue el proceso de elección. Al contrario, si se eligió a un nuevo papa, se libera un humo blanco (fumata blanca) para anunciar que hubo acuerdo. Posteriormente, el nuevo sumo pontífice hace su primera aparición desde el balcón de la Basílica de San Pedro.

El proceso de votación y el funcionamiento del Colegio Cardenalicio fue retratado en el libro Cónclave (2016), el que fue adaptado a la reconocida película del mismo nombre (2024) protagonizada por Ralph Fiennes, Stanley Tucci, Carlos Diehz e Isabella Rossellini, la que cuenta con ocho nominaciones a los Premios Óscar.

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