El Gobierno cubano aseguró  que mantiene "profundas diferencias" con Estados Unidos respecto al tema de los derechos humanos, al concluir la segunda ronda de diálogo bilateral en esta materia.

"El intercambio constató las profundas diferencias entre ambos Gobiernos respecto de las concepciones y el ejercicio de los derechos humanos", señaló Pedro Luis Pedroso, subdirector de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería cubana.

El diplomático destacó que "la forma en que se organiza el sistema político cubano no está sobre la mesa de discusión", y señaló que La Habana no acepta "alegaciones que signifiquen una injerencia en los asuntos internos" de la isla. "De nuestra parte no hay una pretensión de aceptar alegaciones que signifiquen una injerencia en los asuntos internos de nuestro Estado", subrayó Pedroso.

"Actos de tortura en cárceles secretas"

Pedroso indicó que Cuba expresó sus preocupaciones sobre la persistencia de patrones de discriminación y racismo, la brutalidad policial, las numerosas y documentadas violaciones a la vida, y se pronunció sobre la situación de las libertades sindicales en EE. UU. El país caribeño llamó la atención sobre "los actos de tortura en cárceles secretas", las muertes de civiles como resultado del uso de drones y cuestionó "de manera especial" la permanencia de una base naval estadounidense en la provincia cubana de Guantánamo y "y las graves violaciones allí cometidas".

"Si bien el intercambio constató las profundas diferencias entre ambos Gobiernos respecto de las concepciones y el ejercicio de los derechos humanos, Cuba ratificó su voluntad de que ambos países puedan relacionarse dentro del reconocimiento y respeto a esas diferencias", dijo. El funcionario cubano recordó que la nación caribeña estará "dispuesta a conversar sobre cualquier tema, siempre que sea en un marco de igualdad, respeto y reciprocidad".

La medidas “benefician a Estados Unidos más que a Cuba”

Asimismo, el Gobierno cubano consideró que la directiva aprobada por el Presidente estadounidense, Barack Obama, para hacer irreversible el deshielo con Cuba beneficia más a Estados Unidos que al pueblo cubano. "Las medidas son positivas aunque de carácter muy limitado y en general benefician a Estados Unidos más que a Cuba y su pueblo", aseguró la directora general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Josefina Vidal. Igualmente, la diplomática resaltó que algunas partes de la directiva presidencial "mantienen un contenido injerencista".

Las nuevas medidas del mandatario estadounidense incluyen una relajación del embargo en al área de infraestructura, cooperación médica y agricultura. "No se expanden las exportaciones de Estados Unidos a Cuba, más allá de las limitadas ventas autorizadas anteriormente y que excluyen a los sectores claves de nuestra economía", apuntó Vidal.  Las declaraciones de Vidal son la primera reacción oficial del Gobierno cubano después de que Obama hiciera pública la directiva presidencial que intenta asegurar que ningún Gobierno estadounidense pueda en el futuro dar marcha atrás en su política de acercamiento a Cuba.

La delegación estadounidense que participó hoy en la segunda ronda de diálogo sobre derechos humanos estuvo encabezada por el secretario asistente de la Oficina de Derechos Humanos y Democracia del Departamento de Estado, Tom Malinowski.

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