AFP

La derecha francesa celebra este domingo la segunda vuelta de las primarias para elegir a su candidato en las elecciones presidenciales de 2017, con el ex primer ministro François Fillon, que promete reformas económicas liberales, como gran favorito.

Más de 10.000 centros electorales abrieron sus puertas a las 08:00 locales (07:00 GMT) para acoger la segunda vuelta de este proceso inédito en la historia de la derecha francesa.

François Fillon, un católico conservador de 62 años que promete un plan de choque liberal, se enfrenta a Alain Juppé, 71 años, otro ex primer ministro que defiende un programa más moderado.

Frente a una izquierda gobernante impopular y dividida, el ganador de estos comicios tiene grandes posibilidades de convertirse en presidente de Francia en mayo próximo, según los sondeos, tras un duelo final con la líder de la extrema derecha Marine Le Pen.

Fillon, quien fue primer ministro del expresidente Nicolas Sarkozy durante cinco años (2007-2012), promete un plan "radical" para Francia con la supresión de 500.000 puestos de funcionarios y un recorte al gasto público de 110.000 millones de euros para salvar a un país en "declive".

"Francia necesita cambiar de modelo económico y social", sostiene Fillon, quien nunca ha escondido su admiración por la Dama de Hierro Margaret Thatcher

Este católico devoto, padre de cinco hijos, también ha ganado apoyo con su línea dura contra el terrorismo yihadista, el islam y la migración y por su defensa de los valores familiares tradicionales.

"La religión musulmana debe aceptar lo que todas las demás han aceptado en el pasado, el radicalismo y la provocación no tiene su lugar" en Francia, declaró el viernes durante su último mitin en París.

"Identidad feliz"

Juppé, ex primer ministro del expresidente Jacques Chirac (1995-1997) y exministro de Relaciones Exteriores de Sarkozy, considerado como más moderado, acusa a su contrincante de querer reformar Francia con "brutalidad" con un programa "irrealista".

Juppé avanza la supresión de 250.000 puestos públicos y un ahorro del gasto público de entre 85.000 a 100.000 millones de euros.

En oposición a su rival, defiende el concepto de la "identidad feliz" abierta a la diversidad cultural pese a una inquietud generalizada sobre la inmigración y el extremismo islamista. 

"Soy la mejor opción para derrotar a Marine Le Pen", exclamó el viernes en el último día de la campaña.

Sin embargo, François Fillon, que obtuvo 16 puntos y más de 650.000 votos más en la primera vuelta, es considerado como el gran favorito.

Fillon arrasó en la primera vuelta el pasado domingo con 44% de los votos y desde entonces ha recibido el apoyo de los principales líderes de la derecha, incluyendo el del expresidente Nicolas Sarkozy, que quedó eliminado de la carrera hacia la presidencia hace una semana.

Las últimas encuestas de opinión pronostican que podría ganar con una cómoda ventaja de 30 puntos este domingo. Pero los sondeos, que durante meses lo relegaron al cuarto lugar, podrían volver a equivocarse.

Las mesas electorales cerrarán a las 19:00 horas locales (18:00 GMT) y se espera que menos de dos horas más tarde se conozcan los primeros resultados.

Carrera al Elíseo

Además de Le Pen, el ganador de esta competición interna se enfrentará en las elecciones presidenciales a un candidato socialista aún por designar.

El presidente François Hollande, el mandatario más impopular de los últimos 60 años, debe anunciar si se presenta a un nuevo mandato antes del 15 de diciembre.

Según una encuesta divulgada el viernes, el primer ministro de Hollande, Manuel Valls, goza de mayor popularidad que el actual presidente. 

En una entrevista publicada este domingo, Valls anunció que no excluye ser candidato en las primarias que celebrará el Partido Socialista en enero.

Las encuestan señalan que la ultraderechista Marine Le Pen encabezaría la primera vuelta de las presidenciales del 23 de abril con alrededor del 30% de los votos, pero saldría derrotada en la segunda vuelta del 7 de mayo frente al candidato de la derecha.

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