Estatuillas, monedas y fragmentos de esculturas, junto a varios objetos correspondientes a un barco antiguo fueron descubiertos bajo el mar en el puerto de Cesárea, en Israel.

El hallazgo fue completamente fortuito, pues los buzos israelíes Ran Feinstein y Ofer Raanan descubrieron el tesoro mientras practicaban insospechadamente submarinismo.

Fueron ellos los que alertaron a la Autoridad de Antigüedades (IAA), entidad que catalogó al descubrimiento como el más importante en los últimos 30 años en Israel.

Dos buzos aficionados hallaron el histórico tesoro en el puerto de la ciudad de Cesárea en Israel

“Los descubrimientos de estatuas de metal son raras porque en la Antigüedad se las fundía", explicaron desde la IAA.

Los objetos encontrados bajo el mar tendrían una antigüedad de 1.600 años y corresponderían a vestigios del cargamento de un barco mercante del período romano tardío. Eran objetos que aparentemente eran transportados para ser reciclados o fundidos.

Entre otras cosas, se encontró una lámpara de bronce con la imagen del dios Sol, una estatuilla de la diosa Luna, una lámpara con la efigie de un esclavo africano, fragmentos de estatuas de bronce, una llave de agua en forma de jabalí, anclas y otros objetos de navegación, además de 20 kilos de  monedas antiguas.

Según Jacob Sharvit, director de la unidad marina de la Autoridad de Antigüedades, el navío fue aparentemente sorprendido por una tormenta a la entrada del puerto. Luego derivó hasta estrellarse contra las rocas y el dique, tras haber intentado echar las anclas, que se rompieron por la fuerza de las olas y el viento.

Cesárea fue construida por el rey de Judea, Herodes, en el siglo I antes de Cristo. Sus importantes vestigios de las épocas romana y medieval han hecho de esta localidad una de las atracciones de Israel.

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