AFP

Los funerales del premio Nobel de la Paz Elie Wiesel, fallecido el sábado a los 87 años, tuvieron lugar este domingo en Nueva York, antes de su inhumación prevista para esta misma jornada, mientras los homenajes se multiplicaban en el mundo entero.

"Es una gran pérdida para los judíos. Es una gran pérdida para la humanidad", declaró Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, frente a la sinagoga en el barrio neoyorquino de Upper West Side donde se realizó la ceremonia.

Decenas de personas, entre ellas la viuda de Elie Wiesel, Marion, que llegó al lugar en silla de ruedas, llegaron al templo para participar de una ceremonia reservada a la familia y a los amigos más cercanos de esta personalidad de la comunidad judía.

"Fue muy emotivo, sobre todo cuando el hijo y el nieto de Elie Wiesel hablaron", comentó la escritora y especialista en cine Annette Insdorf tras la ceremonia.

"Respetaba a la humanidad, a la gente", dijo a su vez Beatrice Malovany, esposa del hazan (persona que dirige la oración cantada durante los oficios religiosos) de la sinagoga, Joseph Malovany.

La desaparición del célebre escritor judío estadounidense fue anunciada el sábado en Jerusalén por el memorial del Holocausto Yad Vashem, y el diario New York Times precisó que había muerto en su domicilio en Manhattan.

Su deceso provocó muestras de pesar y de reconocimiento a su infatigable labor en todo el mundo.

En la oscuridad del Holocausto, en el cual seis millones de nuestros hermanos y hermanas perecieron, Elie Wiesel, fue un faro de luz y un ejemplo de humanidad
Benjamin Netanyahu

"En la oscuridad del Holocausto, en el cual seis millones de nuestros hermanos y hermanas perecieron, Elie Wiesel, fue un faro de luz y un ejemplo de humanidad", señaló en un comunicado el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

"Elie no era únicamente el más célebre sobreviviente de la Shoa. El era la memoria viviente", declaró por su lado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Fue un héroe para el pueblo judío y un gigante para toda la humanidad
Reuven Rivlin

El presidente de Israel, Reuven Rivlin, lo calificó como "un héroe para el pueblo judío y un gigante para toda la humanidad".

El presidente francés François Hollande saludó "la memoria de un gran humanista, incansable defensor de la paz", mientras que la jefa del gobierno alemán Angela Merkel estimó que "con la muerte de una de las personalidades más significativas del siglo pasado, calló una voz de la moral y de la humanidad".

"No voy a permanecer en silencio"

Nacido el 30 de septiembre de 1828 en Sighetu, actual Rumanía, entonces Transilvania, Wiesel fue deportado al campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, a los 15 años de edad.

Allí perdió a su madre y a su hermana, mientras que su padre murió ante sus ojos en el campo de Buchenwald, donde habían sido transferidos.

Tras salir del campo de concentración, en 1945 fue acogido en Francia por una organización de beneficencia y pudo reunirse con sus dos hermanas que seguían vivas.

Tras cursar estudios de filosofía en la Universidad de la Sorbona, se abocó a las letras, convirtiéndose en periodista y en un reputado escritor.

Su obra más conocida son sus memorias "La noche", en las cuales narra su experiencia en los campos de concentración.

Escrito originalmente en yidish, el libro tenía como título en las primeras ediciones "Y el mundo callaba", el eterno fantasma que persiguió a Wiesel.

En 1986 ganó el premio Nobel de la Paz por haber dedicado su vida a ser testigo del genocidio cometido por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Wiesel trabajó toda su vida por cumplir la promesa que se hizo al terminar la guerra de ayudar a los perseguidos en cualquier lugar del mundo. Este compromiso lo hizo ponerse al servicio de causas diversas desde el genocidio armenio a los crímenes de Darfur.

En su campaña contra el olvido y para facilitar la compresión entre los pueblos, Wiesel creó junto a su mujer la fundación que lleva su nombre y la Academia Universal de las Culturas.

"Siempre, donde sea que haya un ser humano perseguido, yo no voy a permanecer en silencio", había dicho Wiesel, a quien el comité que entrega el Nobel calificó como "un mensajero de la humanidad".

Nacionalizado estadounidense en 1963, Wiesel volvió a Auschwitz en 2006 junto con la presentadora de televisión Oprah Winfrey. También visitó el campo de Buchenwald con el presidente Obama y la canciller alemana Angela Merkel.

Por su labor a la cabeza del Comité por la Memoria del Holocausto recibió la medalla de oro del Congreso estadounidense y en Francia fue reconocido con la Gran Cruz de la Legión de Honor.

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