El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) declaró el viernes que la radiactividad inusual, de bajo nivel e inocua para los seres humanos, registrada a finales de junio en el norte de Europa está probablemente relacionada con el funcionamiento de un reactor nuclear.

Varios países nórdicos -Suecia, Noruega, Finlandia- informaron en la última semana de junio de un aumento de la radiactividad de origen civil, también documentado por otros institutos.

El OIEA, con sede en Viena, declaró en un comunicado que esos niveles inusuales estaban "probablemente relacionados con un reactor nuclear en funcionamiento o en mantenimiento, cuando pueden producirse emisiones radiactivas muy bajas".

La organización de las Naciones Unidas confirmó que esas emisiones no entrañaban "ningún riesgo para las personas o el medio ambiente", y añadió que todavía no podía determinar el paradero del reactor.

El organismo pidió información a más de 40 países, entre ellos Rusia y Letonia, que no percibieron "ningún incidente" nuclear específico en su territorio.

La semana pasada, el Instituto de Salud Pública y Medio Ambiente de Holanda (RIVM) indicó que "los radionúclidos provienen de Rusia occidental", sin poder proporcionar una localización más precisa.

Según un mapa publicado por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE), cuyas estaciones también miden los aumentos de la radiactividad de origen civil, la zona de origen probable de la fuente cubre aproximadamente el tercio sur de Suecia, la mitad sur de Finlandia, Estonia, Letonia, así como una amplia zona que rodea la frontera noroeste de Rusia, incluyendo San Petersburgo. 

El OIEA también considera "poco probable" un origen "vinculado a una planta de tratamiento de combustible nuclear, a una piscina de combustible usado o a la utilización de rayos en la industria o la medicina.

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