El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su esposa Melania, aparecieron de sorpresa este miércoles en la base aérea Al Asad, en Irak, donde hicieron su primera visita a las tropas estadounidenses en Medio Oriente.

El paradero del mandatario había generado especulaciones, pues Trump no tuiteó durante más de 17 horas, un comportamiento poco común para él en redes sociales.

Además, según indica The New York Post, no habían funcionarios en la oficina de prensa de la Casa Blanca, y la oficina donde trabaja la Secretaria de Prensa, Sarah Huckabee Sanders, estaba con las luces apagadas.

Se trata de la primera visita de Trump a las tropas estadounidenses desplegadas en una zona de guerra desde que llegó al gobierno hace dos años.

Su visita de este miércoles, un día después de Navidad, continúa una larga tradición de presidentes visitando a las tropas estadounidenses en hospitales o cuarteles.

Esta tradición Navideña ya cumple 15 años, y comenzó durante el mandato de George W. Bush, quien quien en 2003 a  visitó a soldados heridos en Walter Reed, hasta el 2008, tras el inicio de la guerra de Irak.

Por su parte, el predecesor de Trump, Barack Obama, siguió con la tradición reuniéndose cada Navidad con las tropas en la Base de la Infantería de Marina en Hawaii.

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