Pacientes con sangrado nasal, fiebre, dolor de cabeza y fatiga llamaron la atención la semana pasada en la región de Lindi, en Tanzania. Los primeros exámenes a los trece pacientes, tres de los cuales murieron, descartaron el ébola, el virus de Marburg y COVID-19. Las autoridades siguieron intrigadas hasta el lunes 18 de julio, cuando finalmente se confirmó que se trataba de leptospirosis, una enfermedad zoonótica bacteriana que se contagia por contacto con la orina de los animales infectados, principalmente ratas.

Las bacterias pueden causar infecciones potencialmente morales en riñones, hígado, cerebro o corazón. La ministra de Salud de Tanzania, Ummy Mwalimu, hizo un llamado a la calma una vez que se confirmó de qué enfermedad se trataba, pues es muy raro que la leptospirosis se contagie de persona a persona, dijo. De esta forma se aplacó el terror que desataron las palabras de la presidenta tanzana, Samia Suhulu Hassan, quien emitió una alerta por enfermedad misteriosa, causando genuino pánico en Lindi.

Por si no fuera suficiente, en Ghana las autoridades se enfrentan a su primer brote el virus de Marburg. La OMS informó el domingo que el Instituto Pasteur de Dakar (en Senegal) recibió las muestras de dos pacientes fallecidos en Ashanti, al sur de Ghana, con síntomas como diarrea, fiebre, náuseas y vómitos de sangre. Los análisis confirmaron la presencia del virus de Marburg.

Rápida reacción

El primer paciente era un hombre de 26 años que ingresó al hospital el 26 de junio y murió al día siguiente. El segundo era un varón de 51 años que entró al mismo centro asistencial el 28 de junio y murió esa misma jornada. La OMS destacó la rápida reacción de las autoridades sanitarias ghanesas, pues "el virus de Marburg puede descontrolarse fácilmente”.

Marburg es una fiebre hemorrágica similar al ébola, altamente infecciosa y tan mortífera como éste. Es apenas la segunda vez que es detectada en África occidental, luego de un brote registrado en septiembre de 2021 en Guinea-Conakri. En el pasado, se han reportado brotes y casos esporádicos en otros países de África como Angola, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica y Uganda.

Los huéspedes naturales de este virus son los murciélagos de la fruta, y una vez contagiada una persona, se transmite por contacto directo con fluidos como la saliva, la sangre, los vómitos o la orina. Las autoridades de Ghana detectaron 98 contactos estrechos de los pacientes fallecidos, entre ellos el personal sanitario, que se encuentra actualmente en cuarentena, sin que ninguna haya presentado síntomas hasta ahora.

La enfermedad, para la que no hay vacuna (salvo estudios en fase 1) ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburg -origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda.

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