Una mujer de 33 años fue condenada a cadena perpetua por matar a su hija de cinco años durante un intento de exorcismo.

El crimen ocurrió el pasado 10 de febrero de 2020 en el condado de Cobb, Estados Unidos, donde Shekinah Akbar, de entonces 30 años, golpeó, torturó y asfixió a su hija.

Akbar llamó a los servicios de emergencia, quienes hallaron a la pequeña inconsciente y sin su tubo (cánula) en la tráquea, el que la ayudaba a respirar. La niña fue trasladada hasta el hospital Kennestone, donde lamentablemente perdió la vida.

El cuerpo de la niña estaba cubierto con docenas de marcas de mordeduras, incluso en la nariz, la mejilla, el cuello, la oreja, el pecho, los brazos, las piernas y las manos”, informó un comunidad de la fiscalía distrital.

En esta línea agregaba que“la niña también tenía abrasiones graves en su cuello, alrededor de la traqueotomía permanente que tenía debido a un historial médico de Síndrome de Pierre-Robin".

Inicialmente la madre dijo que las lesiones en su hija habían sido provocadas por sus vecinos, quienes la habrían encerrado en el baño. Posteriormente su testimonio fue desmentido, por lo que afirmó que estaba “realizando un exorcismo” en su hija para “expulsar a los malos espíritus”.

Durante la formalización, “admitió haber golpeado y mordido a su hija y describió que puso sus manos dentro y sobre la boca de la niña”, informó el medio 11 Alive.

Esta semana la justicia estadounidense condenó a cadena perpetua a Akbar por homicidio y maltrato infantil, pero sus abogados esperan poner un recurso de amparo para reducir la condena, asegurando que la mujer está “mentalmente enferma”.

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