El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo el viernes la presión sobre el líder ruso, Vladimir Putin, por Ucrania, al anunciar un pequeño despliegue de tropas en Europa del Este, aún cuando altos funcionarios del Pentágono respaldaron los esfuerzos diplomáticos.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en tanto llamó a los occidentales a no sembrar el "pánico" sobre el riesgo de una invasión rusa a su país, mientras que Putin, y el presidente francés, Emmanuel Macron, coincidieron en la "necesidad de una desescalada"

"Movilizaré tropas a Europa del Este y países de la OTAN a corto plazo. No muchas", informó Biden a periodistas. Estados Unidos ya ha puesto en alerta a 8.500 soldados para reforzar a la OTAN.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, estimó por su lado que con más de 100.000 soldados concentrados en la frontera con Ucrania, Rusia tiene suficientes fuerzas para una invasión, pero subrayó que un conflicto entre Kiev y Moscú "no es inevitable".

"Todavía hay tiempo y espacio para la diplomacia", dijo Austin a la prensa.

En Londres, el primer ministro Boris Johnson dijo estar "decidido a acelerar los esfuerzos diplomáticos y fortalecer la disuasión para evitar un derramamiento de sangre en Europa", según una portavoz de Downing Street el viernes por la noche. El primer ministro británico debe reunirse en los próximos días con Putin, antes de un viaje a la región.

Zelenski recalcó en Kiev que "la probabilidad de ataque existe" pero "no hay ninguna escalada superior a la que ya existía" el año pasado.

"No necesitamos este pánico", subrayó, y pidió a Rusia que "tome medidas para demostrar" que no va a atacar.

"El mayor riesgo para Ucrania" es "la desestabilización de la situación interna", más que la amenaza de una invasión rusa, consideró el mandatario ucraniano.

Durante una conversación con el presidente francés el viernes, Zelensky llamó a "multiplicar las reuniones y negociaciones (...) mientras exista un clima propicio para el diálogo", según un comunicado de prensa de Kiev. "Mientras continúen los esfuerzos diplomáticos, la probabilidad de una escalada disminuye".

Rusia niega tener proyectos de invasión. Empero se considera amenazada por la expansión de la OTAN hacia el este en los últimos veinte años y por el apoyo que los occidentales brindan a Ucrania.

Por ello, Moscú condicionó la desescalada a que la Alianza transatlántica interrumpa su política expansionista y se repliegue militarmente a las posiciones de 1997.

Estados Unidos y la OTAN rechazaron las principales exigencias rusas el miércoles.

"Las respuestas de Estados Unidos y de la OTAN no tuvieron en cuenta las preocupaciones fundamentales de Rusia", indicó el Kremlin en un comunicado, en el que dio parte de la conversación que mantuvieron Putin y Macron.

"La cuestión clave fue ignorada, es decir, cómo Estados Unidos y sus aliados prevén [...] poner en marcha el principio de que nadie debe reforzar su seguridad en detrimento de otros países", añadió la Presidencia rusa.

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