Un trágico episodio tuvo lugar recientemente en el estado de Luisiana, en EE.UU., cuando un niño de apenas 5 años perdió la vida al ser atropellado mientras esperaba el autobús escolar.
Para consternación de la familia y las autoridades, quien conducía el vehículo era su propia abuela, Kristen Anders, quien se encontraba en estado de ebriedad y bajo la influencia de depresores del sistema nervioso central.
Según los informes preliminares que entregó la policía, el menor, Carson Lawson, se encontraba parado en la entrada de su vivienda, a la espera del bus escolar, cuando su abuela salió de la casa, subió a su camioneta y arrancó sin percatarse de su presencia.
El vehículo era una camioneta grande y estaba estacionada de reversa, lo que impidió que ella lo viera de frente.
Al arranque del vehículo, Carson fue atropellado y declarado muerto en el lugar de los hechos. Inmediatamente, las autoridades realizaron pruebas toxicológicas sobre Kristen Anders, determinando que se encontraba “incapacitada”, bajo la influencia de alcohol y depresores del sistema nervioso central.
El jefe de policía de Slidell, Daniel Seuzeneau, describió la escena conmocionado: “Esta es la peor pesadilla de cualquier padre. Estuve en el sitio de los hechos esta mañana, al igual que varios de nuestros agentes. Esto nos afecta a todos. Es un golpe muy duro para todos nosotros y para todos los socorristas que estuvieron allí. No hay nada que pueda decir que la haga sentir mejor o que mejore esta situación”.
Finalmente, Anders fue arrestada el miércoles 12 de noviembre y su fianza fue fijada en 50.000 dólares.