Muchos de los habitantes de este país llegan a los comercios con un maletín lleno de fajos de billetes para comprar alimentos o productos de distinta naturaleza.

Pero la gran mayoría de esos billetes huele muy mal y está a punto de desintegrarse.

Y es que en Somalia no se ha emitido papel moneda desde hace más de 25 años.

Además, 98% de los que circulan son falsos, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI).

"La gente los utiliza, pero no fueron impresos por el Banco Central de Somalia", explica Richard Hamilton, especialista en temas relacionados con África de la BBC.

En Somalia, una hogaza de pan pequeña puede costar 1.000 chelines (la moneda oficial somalí). Como referencia, 22.000 chelines equivalen a 1US$, lo que quiere decir que US$100 podrían ser entre 2 y 3 millones de chelines, dependiendo de la tasa de cambio.

"Hay personas que pueden entrar a las tiendas con miles y miles de chelines. El dependiente no puede contar semejante cantidad de dinero, así que confía en que en el bolso que le entregan está la cantidad que le dicen, así que lo acepta y entrega los productos", refiere Abdinur Mohamed, del Servicio Somalí de la BBC.

Miles y millones

Y es en este contexto que el gobierno somalí anunció que en los próximos meses imprimirá billetes de chelines, por primera vez en más de un cuarto de siglo.

La última vez que se emitieron fue antes de 1991, fecha en la que el gobierno de Mohamed Ali Samatar fue derrocado, dando inicio a una guerra civil entre clanes que se prolongó por décadas.

En esa época, todas las instituciones del Estado dejaron de funcionar, entre ellas el Banco Central.

"La situación empeoró cuando empezaron a circular en el país diferentes monedas, como las que imprimían los clanes rivales, algunos empresarios y el chelín de Somalilandia (un territorio independiente que se separó de Somalia pero que no es reconocido internacionalmente como un país)", afirma Hamilton.

El Banco Central de Somalia reinició sus operaciones en 2009, pero todavía no tiene control sobre la política monetaria, de acuerdo a un artículo publicado por el periódico británico Financial Times.

El nuevo proceso de emisión cuenta con el aval del FMI. Se calcula que su costo será de US$60 millones y que los billetes podrían estar en el mercado hacia finales de año.

La única denominación que se emitirá será la de 1.000 chelines porque el resto ha caído en desuso, le dijo al Financial Times Mohamad Elhage, jefe de misión del FMI en Somalia.

Pioneros e innovadores

La escasez de billetes y el hecho de que solo 2% de los que circulan no son falsificados, ha dado lugar a una economía dolarizada y a un mercado paralelo electrónico.

"Los dólares que se mueven en el mercado provienen de remesas enviadas por expatriados, ayuda internacional o comercio ganadero. Ese dinero también se utiliza en transferencias realizadas a través de teléfonos celulares.Somalia se ha convertido en un país pionero en ese tipo de transacciones", dice Hamilton.

Estas operaciones equivalen a US$1.400 millones, lo que representa aproximadamente 20% del PIB del país, según el trabajo del Financial Times.

Hay un mecanismo llamado hawala, que funciona de forma similar a empresas como Western Union y que le permite a los somalíes comprar lo que quieran en cualquier establecimiento y pagar con el móvil.

En los comercios el valor del producto aparece en una especie de pantalla que hay en el lugar, a través de la cual el dependiente confirma la recepción del dinero.

"Este sistema se ha fortalecido a lo largo de los últimos 10 años porque es práctico y muy conveniente. Las redes de comunicación que permiten el funcionamiento del sistema están en control de empresas privadas en distintos puntos del país", comenta Mohammud Ali, editor del Servicio Somalí de la BBC, basado en Kenia.

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