Argentina enfrenta este domingo una de sus jornadas electorales más grandes y complejas de su historia. Un despliegue de ejercicio democrático dirán unos; un auténtico "quilombo" o enredo, dirán otros.

Unos 32 millones de argentinos están habilitados para votar a los candidatos a presidente y vicepresidente, entre otros cargos públicos.

El sufragio es obligatorio y el que no justifique su ausencia en las urnas se enfrentará a multas, salvo para los que tienen entre 16 y 18 años, para quienes el voto es opcional.

Se trata de las elecciones Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias o PASO, que tienen como objetivo seleccionar entre las distintas candidaturas y alianzas de cada partido a los nombres con más votos.

Así como de hacer un filtro de partidos con escaso apoyo electoral.

Los vencedores competirán el 25 de agosto, pero si ninguno logra el apoyo suficiente ese día, los dos más votados se verán las caras en un balotaje (segunda vuelta) en noviembre.

Si esto ocurre, millones de argentinos habrán ido a votar hasta seis domingos en sólo un año: primarias de la capital o de la provincia, primera vuelta de la capital o provincia, balotaje de capital o provincia, primarias de las presidenciales, primera vuelta de las presidenciales y quizás balotaje de las presidenciales.

¿Perdido? No desesperes todavía, que aún hay más.

Scioli contra Macri

En teoría, el proceso fomenta la democracia interna de los partidos, ya que propone la competencia entre aspirantes de distintas tendencias en el seno de un movimiento político, al estilo de las primarias demócratas y republicanas en Estados Unidos.

En la práctica, algunos partidos ya han elegido a su candidato presidencial sin necesidad de primarias, como el oficialista Frente para la Victoria.

En algunos casos porque el proceso se vive a puerta cerrada, a la manera tradicional de hacer política en Argentina: exhibiendo músculo y apoyos territoriales, donde solo el aspirante más fuerte llega a las PASO.

En otros, porque los múltiples partidos minoritarios están marcados por la personalidad de su líder y no hay oposición interna.

Todos utilizan las PASO como una radiografía mucho más creíble que un sondeo sobre sus opciones reales ante las elecciones generales del 25 de octubre.

En el oficialismo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, parte como único candidato, después de que los otros aspirantes se "bajaran" de la competencia oficialista cuando la mandataria Cristina Fernández de Kirchner apoyó a Scioli, a cambio de que su mano derecha en Casa Rosada, Carlos Zanini, le acompañara en la fórmula como vicepresidente.

En la oposición, el más aventajado parece ser el alcalde de la capital, Mauricio Macri, del PRO, quien competirá en una interna contra el aspirante de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, y Elisa Carrió de Coalición Cívica Cari.

El frente de Cambiemos, como se denominó a este grupo, pretende aglutinar al voto opositor y unir fuerzas de cara a un eventual balotaje en noviembre.

Por ahora, Scioli aparece en cabeza en las encuestas, por unos 10 puntos de diferencia sobre su rival más cercano, Macri.

En tercer lugar está el exjefe de gabinete de Cristina Fernández, el hoy peronista opositor Sergio Massa.

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LOS CANDIDATOS A PRESIDENTE

Daniel Scioli (oficialista, Frente para la Victoria)

Mauricio Macri, Ernesto Sanz, Elisa Carrió (compiten en la interna opositora del Frente Cambiemos, con Macri en cabeza)

Sergio Massa, José Manuel de la Sota (UNA)

Jorge Altamira, Nicolás del Caño (FIT)

Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal)

Margarita Stolbizer (GEN)

Alejandro Bodart (MST Nueva Izquierda)

Víctor de Gennaro (Unidad Popular)

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Lluvia de boletas

Pero este domingo, además de presidente y vicepresidente, se elige a los representantes del Mercosur por primera vez.

A algunos senadores y diputados nacionales, a gobernador y vicegobernador en algunas provincias, como Buenos Aires, a intendentes, concejales y consejeros escolares en ciertos territorios.

En este chimichurri electoral, hasta los sufragios parecen estar hechos sólo para expertos del voto.

La complejidad del proceso de las PASO hace que los resultados más decisivos tarden en llegar. Las primeras conclusiones se conocerán entre la media noche del domingo y la 1:30 de la mañana del lunes.

Las boletas de los partidos, que son más anchas que nunca en la historia democrática de Argentina, tienen múltiples pliegues, algunas son más cortas que otras, dependiendo de a qué cargos se postulan los partidos.

Para ello, el elector puede cortar por una línea punteada e introduce en el sobre sus votos a los distintos cargos, con los candidatos de los partidos elegidos.

Es lo que en este país se conoce como "cortar boleta".

Que significa que un elector podría votar, si quisiera, a un presidente de centro derecha, a un senador nacionalista y a un diputado de la extrema izquierda.

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