La amenaza de un ataque en suelo francés no era una novedad para las autoridades de ese país. Tan solo meses atrás, en enero, 17 personas murieron en un atentado contra la revista satírica Charlie Hebdó, hasta entonces el peor ataque en suelo francés en décadas.

Si el país ha estado en alerta, ¿en qué fallaron las agencias de seguridad francesas para evitar los ataques en París que han dejado 129 muertos y más de 300 heridos?

La pregunta se hace pertinente para muchos franceses que, como la vocera del partido socialista francés, Corinne Narassiguin, sienten que "Francia siempre ha sido un objetivo prioritario del terrorismo islámico".

Desde enero, las calles francesas están vigiladas por varios miles de militares y 25.000 policías patrullan lugares que pueden convertirse en un objetivo.

El problema es que las autoridades "no pueden predecir dónde se va a producir el siguiente ataque", reflexionó Frank Gardner, corresponsal de Seguridad de la BBC.

Para Corinne Narassiguin, "obviamente hubo una falla de la inteligencia francesa" y la investigación de lo sucedido dará luces de lo que los servicios de seguridad deben mejorar.

Sin embargo, señaló en conversación con la BBC, "es imposible garantizar seguridad absoluta hoy en día, especialmente porque los terroristas operan a una escala mucho más pequeña. Los terroristas entienden que es más fácil organizar un grupo muy pequeño de personas que va a lugares muy concurridos con armas automáticas y provocan una carnicería".

Autodefensa desde afuera

Además del cruento precedente que dejó el ataque a la revista, la política exterior francesa también ha dado indicios de sentir una amenaza inminente.

Cuando el gobierno de François Hollande decidió, en septiembre de este año, lanzar ataques aéreos contra el autodenominado grupo radical Estado Islámico (EI) en Siria, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, había indicado que dichos ataques habían golpeado "santuarios en los que son entrenados los que atacan a Francia".

El corresponsal de la BBC en París, Hugh Scholfield, había reflexionado en su momento que dichos ataques podían ser interpretados en el marco de la legislación de las Naciones Unidas y del derecho internacional como una acción legítima de autodefensa.

Quizás la pregunta: ¿en qué fallaron las agencias de seguridad francesas para evitar los atentados del viernes? es extremadamente simplista en medio de una realidad muy compleja y con múltiples factores en juego.

"Hasta que no sepamos más sobre la organización del ataque y sus autores, es imposible culpar a tal o cual servicio (de seguridad)", señaló Yves Trotignon, exfuncionario de la unidad antiterrorismo de la Dirección General de Seguridad Exterior de Francia al periódico británico The Guardian.

De acuerdo con Trotignon, durante mucho tiempo los servicios de seguridad habían temido que un ataque como el ocurrido el viernes sucediera y tenían como precedente los atentados perpetrados en Bombay en 2008, en el que murieron 166 personas.

"Casi inevitable"

Para algunos la respuesta pudiera ser que las agencias de seguridad francesas no fallaron, pues es humanamente imposible seguir los pasos de sus propios ciudadanos y de cada persona que transite por la Unión Europea, un espacio que para sus miembros es de libre tránsito.

Para Peter Neumann, profesor de Estudios de Seguridad de King's College, en Londres, las agencias de seguridad europeas ya trabajan a máxima capacidad en los últimos años.

"Poner a una persona bajo vigilancia las 24 horas requiere 30 policías. No puedes monitorear a cientos de personas", le dijo el experto a la BBC.

"Es casi inevitable que algo así suceda", acotó.

La realidad es que los servicios de inteligencia y de seguridad "tienen recursos limitados para seguir y monitorear grupos terroristas que conocen o de los que se tienen sospechas. Y esos recursos tienen que ser manejados de acuerdo con amenazas identificadas", escribió en una artículo publicado en Al Jazeera Martin Reardon, vicepresidente de The Soufan Group, una consultora en temas de seguridad e inteligencia global.

Pero la situación se ha tornado aún más compleja para los servicios de seguridad después de que EI le hiciera un llamado a sus seguidores en todo el mundo a ejecutar ataques en sus países.

"Es extremadamente difícil defenderse contra un ataque de ese tipo una vez ha empezado a ser ejecutado", dijo Trotignon.

Sin precedentes

El hecho de que tres atacantes suicidas activaran los explosivos que portaban cerca de tres sitios de comida es inusual. Francia no había experimentado ataques casi simultáneos.

Lo sucedido en París muestra que los atacantes "no tienen una prioridad o una jerarquía" cuando escogen sus objetivos, le señaló a la BBC, Shashank Joshi, experto de política de seguridad del Royal United Service Institute de Londres.

Pieter Van Ostaeyen, un experto belga en grupos yihadistas, señaló que pareciera que Estado Islámico está enviando una señal que dice que "puede atacar en cualquier momento, en cualquier lugar, y no lo podemos evitar".

Los ataques de París fueron muy bien coordinados y probablemente llevaron meses de entrenamiento, indicó el experto a la BBC.

Entonces ¿fue un error de la seguridad francesa?

Ni para Joshi ni para Van Ostaeyen lo fue.

"No puedes vigilar todos los blancos fáciles", indicó Joshi. "Se trata más bien de reaccionar a lo que ocurre, a establecer una comunicación entre las diferentes partes del Estado, a un liderazgo fuerte, a controlar el flujo de información, a minimizar el pánico".

De acuerdo con Van Ostaeyen, "Francia ha hecho todo lo que pudo. Es demasiado prematuro para decir si pudieron haber evitado (los ataques)".

Otros van más allá, creen que Francia ha fallado en ver al enemigo en su propio suelo.

Hacia adentro

Una corriente de investigadores creen que las agencias de seguridad de Francia no deberían enfocarse en el extremismo islámico que se gesta fuera de su territorio, sino en lo que sucede en algunas de las áreas más empobrecidas del país.

"Por muchos años, algunas urbanizaciones desfavorecidas de los suburbios de París y de otras ciudades han sido un terreno fértil para extremistas islámicos. La llamada yihad ha sido un elemento seductor para algunos jóvenes musulmanes alienados en zonas abandonadas donde el desempleo es alto", dijo el periodista de la BBC Laurence Peter, quien es experto en Europa.

De acuerdo con expertos, más de 500 musulmanes franceses se han ido a luchar a filas yihadistas en Siria e Irak: el mayor número de combatientes entre los países occidentales.

"Mi impresión es que la sustancial población musulmana de Francia, que quiere ser francesa, que quiere integrarse y ser aceptada, no está realmente integrada por completo. Y eso está causando la tensión, y a partir de esas comunidades en Francia, saldrán frecuentemente dos o cuatro individuos preparados para cometer actos violentos", le dijo a BBC Mundo Akbar Ahmed, exembajador de Pakistán en Reino Unido y actual profesor de la Universidad American de Washington y el Instituto Brookings.

Para el experto en el Islam contemporáneo, los medios de comunicación deberían bajarle el volumen a su constante asociación de los musulmanes con la palabra terrorismo.

"Aunque hay algunas personas involucradas en esto, tal vez dos docenas, tal vez tres docenas de personas, la comunidad entera está siendo estigmatizada por los medios y eso tiene que cambiar, porque al final puede empujar a más musulmanes, especialmente a los jóvenes, a los actos de violencia porque se sienten con rabia, con desencanto, sin esperanza", señaló.

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