Por AFP/T13.cl

A las 20 horas de hoy, cuando cada uno de los cuatro mil visitantes diario que recibe al Teatro-Museo Dalí en Figueras se hayan ido, la losa de 1,5 toneladas que yace sobre la tumba de Salvador Dalí será removida para permitir la exhumación del cuerpo momificado del artista, para someterlo a exámenes de paternidad ante el reclarmo de una vidente, que se dedica a leer el tarot, que asegura ser la única hija del genio español del surrealismo.

La medida fue ordenada a fines de junio por la justicia en respuesta a la demanda presentada por Pilar Abel Martínez, de 61 años, quien en caso de probar su filiación podrá reclamar al menos una cuarta parte de la herencia del pintor, que algunos han calculado en 350 millones de dólares.

Las muestras se tomarán en la misma tumba y se enviarán al Instituto de Toxicología de Madrid para hacer las pruebas necesarias.

Para resguardar la privacidad del proceso, se ha montado una operación a puerta cerrada y medidas excepcionales de seguridad, entre ellas cubrir el sector con carpas para evitar que se tomen imágenes con drones.

Estarán presentes solo el personal necesario y el médico forense, quien decidirá si se pueden tomar las muestras.

En un encuentro con la prensa en Madrid este miércoles, Pilar Abel dijo sentir "mucho alivio" ante la inminencia de la exhumación y aseguró que incluso si pierde la demanda seguirá defendiendo su hipótesis. "Digamos que esto no acaba aquí", aseveró.

La solicitud de exhumación ha causado cierta perplejidad entre los vecinos.

"Él amaba mucho a su mujer" Gala, ex pareja del poeta francés Paul Eluard, "pero la amaba sin sexo y era un 'voyeur'. Por eso la gente de aquí consideramos que es muy difícil que pueda tener un hijo. Esta mujer yo creo que se ha inventado esta historia para conseguir dinero", dijo a Lidia, que asegura haber conocido a Dalí con 13 años.

El pintor catalán falleció en Figueras el 23 de enero de 1989 a los 84 años, tras compartir buena parte de su vida con Gala, musa que aparece en muchos de sus cuadros y con la que no tuvo hijos.

Un relato incompleto

La semana pasada, Pilar Abel facilitó a la justicia española una muestra de su saliva, para que su ADN pueda cotejarse con el del pintor, famoso en todo el mundo por las obsesiones desarrolladas a lo largo de su obra -los relojes blandos, las hormigas, los cajones, los elefantes de finísimas patas.

La demanda de paternidad fue presentada hace dos años y va dirigida contra el ministerio de Hacienda y la Fundación Dalí, herederos del artista.

En caso de demostrarse la filiación, Pilar Abel podría abrir otro pleito para reclamar parte de la herencia, aunque según dijo, de momento lo que más le importa es "saber la verdad" sobre su identidad.

Según su relato, que adolece de ciertas lagunas, su madre conoció a Dalí trabajando como sirvienta en casa de unos amigos del pintor en el pueblo catalán de Cadaqués, donde éste pasaba largas temporadas en su casa de Port-Lligat.

Una vez embarazada, se casó con otro hombre y meses después nació ella, a quien, con apenas ocho años, su abuela le reveló su supuesta identidad. 

Su madre le confirmó en 2007 esta historia y, según sostiene Pilar Abel, cuenta con otros testigos conocedores de la presunta relación "encubierta" que mantuvo Dalí con su progenitora, ahora de 87 años y enferma de Alzheimer.

Una de las pruebas que ha relatado la mujer es una supuesta máscara mortuoria del pintor que le habrían hecho llegar, sin embargo el equipo médico que lo atendió ha descartado su existencia.

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