El sismo de 7,8 en la escala de Richter ocurrido frente a la costa ecuatoriana este sábado sorprendió a un país que en los últimos meses miraba con más desconfianza a sus volcanes en actividad que hacia las profundidades de la tierra.

"Sabíamos que podía ocurrir algo así en cualquier momento, la zona había tenido sismos con anterioridad pero la mayoría de la población no tenía ni idea qué hacer porque esto no ocurre frecuentemente", reconoce Alexandra Alvarado, jefa del área de Sismología del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador.

El sismo provocó un deslave en la zona de Portoviejo.


La experta añade que Ecuador no puede compararse con países como Chile o Japón, donde -debido a una tasa de sismos mayor- se realizan constantes capacitaciones para preparar a los habitantes de las zonas en riesgo.

"Aquí se los capacita cada 5 u 8 años pero luego la gente se olvida. El último sismo que golpeó la región fue más al norte en el año 1979. Esperemos que la situación cambie y que aprendamos que esto puede ocurrir", indicó Alvarado a BBC Mundo.

El Instituto Geofísico ha registrado hasta el momento más de 160 réplicas pero la actividad sismográfica ha ido disminuyendo con el pasar de las horas.

En contraste con Ecuador, dos sismos registrados en la isla japonesa de Kyushu el jueves y sábado -este último de 7.3 grados-, causaron 41 muertos. Hay al menos 11 desaparecidos.

Destrucción

Además de las pérdidas humanas, el terremoto dejó puentes, carreteras y edificios destruidos.

Para Alvarado, el sismo es el que pone en prueba la calidad constructiva de un país: "En este caso, algunas estructuras soportaron, otras no".

El sismo dejó a miles de personas sin hogar en Ecuador.


Enrique García, ingeniero experto en sismología y estructuras sismo-resistentes, señaló que uno de los problemas que enfrenta el Ecuador es la falta de construcciones que cumplan con las normas indicadas para enfrentar este tipo de situaciones.

"Lo que se busca en materia de construcción no es evitar que un edificio se dañe, sino que no colapse, pero eso ocurrió no solo en la zona del desastre sino incluso en un puente en Guayaquil, donde las ondas del sismo llegaron ya atenuadas", dijo García a BBC Mundo y agregó:

"Los municipios no hacen respetar que las construcciones tengan los materiales adecuados, que se refuerce la armadura, en ninguna ciudad del Ecuador existe un control durante la construcción".

El ingeniero explicó que en Quito existen entes que controlan los estudios previos de las futuras construcciones pero esto tampoco es una garantía porque luego, durante la obra, puede no cumplirse lo que está en los planos. Pero en el resto de las ciudades no hay siquiera ese control.

"A mí me ha tocado fiscalizar muchos proyectos y ver que existen serias deficiencias, no en todas las compañías, pero hay algunas que no hacen lo adecuado por abaratar costos y otras que incluso adolecen del conocimiento de estas normas".

Para el ingeniero García esto no puede ocurrir en un país que está cruzado de fallas geológicas que han provocado varios terremotos a lo largo de su historia.

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