"Si usted o alguien que conoce entró en contacto con Lawrence Ray, le pedimos que se ponga en contacto con nosotros al 1-800-CALL-FBI. Queremos que las víctimas lo sepan a los ojos del FBI".

Ese es el llamado que realiza el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos para meter en la cárcel a Lawrence "Larry" Ray, que enfrenta cargos de extorsión, tráfico sexual y trabajos forzados en un cruel caso criminal.

El hombre, también conocido como "Grecco", salió de prisión en Nueva York para asentarse en la habitación de una de sus hijas, en el centro educacional Sarah Lawrence College, ubicado en el Condado de Westchester. 

La escuela se dedica a impartir clases de artes liberales, por lo que Larry comenzó a urdir sus planes para crear una secta, con la que explotó y esclavizó a las amigas de su primogénita.

El hombre —que tuvo un pasado como informante del FBIsegún indican medios internacionalestomó sus "habilidades psicológicas para convencer a las jóvenes de que estaban perdidos", a quienes manipulaba sin mayor problemas. Es más, manifestaba que los traumas de su infancia explicaban todo su sentimiento de culpabilidad y problemas actuales.

Bajo esta misma línea, el periódico The Cut publicó que cuando se encontraba en la disputa por la tuición de sus hijas "el forense le describió como una personalidad 'imposible de evaluar'" y destacó que sería "capaz de manipular y controlar todas las situaciones incluso una entrevista psicológica con un examinador forense, sin importar cuán experimentado sea".

Luego de un tiempo, parte de las víctimas dieron a conocer sus casos, por lo que la Policía y el FBI dieron con su paradero y lo apresaron

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