1. El funeral en cifras. La masiva participación en la ceremonia fúnebre obligó al gobierno italiano a tomar medidas que incluyeron disponer de 11 mil militares, sumados a más de 1.500 soldados, policías, carabineros y agentes de tráfico, encargados de supervisar la seguridad en San Pedro y en el trayecto hacia Santa Maria Maggiore. Además, se dispuso de cinco bazucas capaces de detectar drones y reforzar la zona de exclusión aérea sobre Roma.
- La Protección Civil italiana destinó, asimismo, 55 equipos sanitarios, 52 ambulancias adicionales y 500 estacionamientos para buses en Roma y en las cercanías.
- Estaba previsto que llegaran a la capital italiana más de 120 mil personas solo entre el 25 y el 26 de abril, y que las reservas en hoteles y otros establecimientos superaran las 320 mil.
- Participaron en el funeral más de 150 delegaciones internacionales.
2. Un funeral con nuevas reglas. Francisco dejó instrucciones de hacer un funeral austero, fruto de un cambio impulsado por él en noviembre pasado en el “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, que regula el rito fúnebre de un Papa. El Pontífice decidió que su cuerpo fuese descansara en un ataúd simple, de madera con un interior de zinc, en lugar del tradicional hecho de tres ataúdes anidados (de ciprés, de plomo y de olmo).
- A su vez, pidió ser enterrado en la capilla Paolina de Santa María la Mayor, en una sencilla tumba instalada en el suelo con la inscripción latina “Franciscus” y una reproducción grande de la cruz que solía llevar al cuello.
- Francisco fue el primer Papa en ser enterrado fuera del Vaticano en más de 150 años. El último fue Pío IX, fallecido en 1878, cuyos restos yacen en la Basílica de San Lorenzo Extramuros.
3. La homilía del decano de los cardenales. En su homilía, que se extendió por 18 minutos, el decano del Colegio Cardenalicio y otrora hombre clave del pontificado de Juan Pablo II realizó un perfil de Francisco, a quien calificó como “un Papa entre el pueblo, con un corazón abierto a todos”.
- “Conservó su temperamento y su forma de guía pastoral, y dio de inmediato la impronta de su fuerte personalidad en el gobierno de la Iglesia. Estableció contacto directo con la gente, deseoso de estar ahí para todos, con una marcada atención a quienes tenían dificultades, dedicándose a pensar en todo, hasta en los últimos habitantes de la Tierra y en los marginados”, agregó en su reflexión el cardenal Re.
- El purpurado destacó, además, su “calidez humana y su sensibilidad a dramas actuales” como la guerra y la migración. Al respecto, planteó que “‘construir puentes y no muros’ es una exhortación que repitió muchas veces”, aludiendo a su oposición a políticas migratorias de algunos gobiernos.
4. La participación de Trump. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue uno de los protagonistas de la jornada. Pese a sus notorias diferencias con el Pontífice, llegó a Roma acompañado de su esposa Melania y fue uno de los 50 jefes de Estado que participaron en los funerales.
- Trump rindió homenaje al Papa Francisco en la Basílica de San Pedro y más tarde, en el mismo lugar, se reunió por 15 minutos con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Ambos mandatarios habían tenido una tensa semana luego de que Zelenski se negara a que se reconociera Crimea como territorio ruso, propuesta del gobierno norteamericano en medio de los diálogos con Moscú.
- En su cuenta de X, Zelenski publicó que fue una “buena reunión. Hablamos mucho individualmente. Esperamos resultados en todo lo tratado. Proteger la vida de nuestra gente. Alto al fuego total e incondicional. Una paz segura y duradera que evite otra guerra. Una reunión muy simbólica que podría convertirse en histórica si logramos resultados conjuntos”.
- Trump fue criticado por saltarse el protocolo vistiendo un traje azul, cuando el código de vestimenta imponía un riguroso negro.
- Durante la misa se encontró con líderes europeos —varios de ellos afectados por sus aranceles—. Saludó a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y dio la paz a los reyes Felipe VI y Letizia de España, al presidente francés Emmanuel Macron —sentado a su lado— y al de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
5. Lo que viene. Tras el entierro del Papa se realizarán nueve días de oración, que darán paso al Cónclave que está previsto que se inicie entre el 5 y el 10 de mayo. En la instancia, que se desarrollará en secreto en la Capilla Sixtina, participarán 133 cardenales de los cinco continentes. Entre ellos, el chileno Fernando Chomali. 81,2% de los purpurados fueron creados por el Papa Francisco.
- Durante el proceso, los cardenales alojan en la casa Santa Marta. Al inicio, realizan una procesión a la Capilla Sixtina y juran mantener el secreto de la elección. Los electores —menores de 80 años— se sientan en mesas alineadas.
- Cada uno recibe una papeleta y la deposita en una urna. Si ninguno resulta electo, cada dos votaciones, las papeletas se queman en una estufa conectada a una chimenea visible en la Plaza San Pedro.
- Se requiere de dos tercios para salir electo. Si no hay elección de Papa, sale humo negro de la chimenea. Si se elige al Pontífice, aparece humo blanco.