El subcomisario de la Policía Srivara Ransibrahmanakul declaró a la prensa que la causa de la deflagración en el hospital King Mongkur fue un artefacto explosivo.

Medios locales habían apuntado con anterioridad que el motivo de la explosión podía haber sido un escape de gas. Srivara precisó que la bomba, colocada en un recipiente en una habitación reservada para militares retirados, tenía un radio de impacto de dos o tres metros.

Las autoridades han indicado que revelarán más detalles del suceso a medida que avancen las investigaciones en el hospital, situado en el distrito de Phaya Thai en la capital tailandesa. 

El ataque se produjo al cumplirse este lunes el tercer aniversario del Golpe de Estado militar que derrocó en 2014 al último ejecutivo civil que ha gobernado en Tailandia.

Hasta el momento, ninguna persona u organización se había atribuido los hechos. Pero, desde el pasado año, la prensa tailandesa ha reportado sobre sobre informes de inteligencia que apuntaban a la planificación de atentados con explosivos en la capital del país y provincias cercanas.  

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Ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos se han sucedido con frecuencia en las provincias de Pattani, Narathiwat y Yala, en el sur de Tailandia, pese al despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad y la declaración del estado de excepción desde 2005.

Más de 6.500 personas han muerto en esta región de mayoría malaya y musulmana desde que el movimiento separatista reanudó la lucha armada en 2004, después de una década aletargado.

Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista y exigen la creación de un Estado que integre a las citadas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani y que Tailandia anexionó hace un siglo.

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