El curioso caso de Henry Davis impactó a algunos medios de prensa en 2014, y marcó un precedente para uno de los peores episodios de violencia policial vividos en Estados Unidos: la muerte del joven afroamericano Michael Brown a manos de la policía de Ferguson.

Davis fue arrestado en Ferguson ese mismo año por conducir ebrio y fue puesto en la prisión, pero mientras los oficiales de policía lo escoltaban se enfrascaron en una pelea, que terminó con Davis y un uniformado ensangrentados y trasladados a un centro de urgencia.

Más tarde, se conocieron testimonios que hablaban de una golpiza por parte de tres policías a un Davis esposado en el piso de su celda. Luego de aquello, Davis fue demandado por "daños a la propiedad", al manchar con sangre los uniformes de al menos cuatro policías, pero apeló a la querella.

Pese a que en un comienzo la demanda inicial había sido acogida por la justicia local, esta semana decidieron revocar ese fallo y votar a favor de Davis acogiendo sus reclamos por fuerza excesiva, asalto y violencia de la policía.

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