Nueva York, que ostenta el triste récord de la ciudad con más cantidad de muertos por coronavirus de Estados Unidos, rindió un conmovedor homenaje el domingo a sus 30.258 víctimas de Covid-19 al cumplirse un año de pandemia.

"Hemos perdido más neoyorquinos que en la Segunda Guerra Mundial, la guerra de Vietnam, el huracán Sandy y el 11/9 juntos. Cada familia ha sido afectada, y para tantas familias hay dolor, un dolor en carne viva", dijo el alcalde Bill de Blasio en una ceremonia virtual transmitida en vivo, tras pedir un minuto de silencio en honor a las víctimas.

De Blasio mencionó especialmente a los "héroes de la salud" que "salvaron vidas", a veces a costo de la suya propia, y llamó a recordar los buenos momentos.

"Pase lo que pase, nadie puede quitarte los bailes que has tenido", dijo el alcalde en español en esta ciudad donde un tercio de los inmigrantes son de origen latino, citando al escritor colombiano y Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

"Hombro a hombro, ayudándonos unos a otros, recuperaremos nuestra ciudad", prometió.

La ceremonia virtual comenzó con un breve recital de la Filarmónica de Nueva York, frente a velas encendidas en el icónico puente de Brooklyn en una noche gélida y ventosa. Grandes fotos de las víctimas en blanco y negro fueron proyectadas en el puente.

Hubo discursos de líderes religiosos y de una joven poeta. La ceremonia culminó frente al puente de Brooklyn con la animada participación del obispo negro Hezekiah Walker, un popular artista de gospel y pastor de la gran iglesia de Brooklyn Love Fellowship Tabernacle, y su coro The Love Fellowship

Carolina Juárez Hernández, una joven mexicana-estadounidense, habló de su padre Francisco Juárez García, un inmigrante mexicano que falleció de Covid el 28 de abril de 2020, cuando Nueva York era el epicentro nacional de la pandemia. Las comunidades latina y negra, las más pobres, fueron las más afectadas.

"Toda mi familia dio positivo al covid", contó la joven.

Cuando su madre y ella fueron dadas de alta en el hospital, el padre quedó internado. "No me di cuenta de que no podía ir con él, no pensé en darle un abrazo de despedida, quería mantener su ánimo en alto, así que solo le dije 'Al rato hablamos, pa'", relató emocionada.

"Hasta el día de hoy lamento no haberle dado ese abrazo, porque nunca volví a verlo en persona".

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