Las ceremonias religiosas, prohibidas debido a la epidemia de coronavirus, podrán reanudarse desde este sábado en Francia, según un decreto emitido el mismo día, pero el desinfectante de manos y la mascarilla serán obligatorios y habrá controles en la entrada.

La medida entra en vigor tras una decisión del Consejo de Estado, la máxima jurisdicción administrativa de Francia, que el 18 de mayo ordenó al gobierno levantar la prohibición "general y absoluta" de las reuniones en lugares de culto decretada como parte del estado de emergencia sanitaria.

El Consejo de Estado consideró que la prohibición era una "violación grave y manifiestamente ilegal" de la libertad de culto.

Según el decreto publicado el sábado, aquellos que gestionan los lugares de culto y organizan las ceremonias tendrán que asegurarse de que los fieles respeten los gestos barrera y la distancia física, lleven puesta una mascarilla y se desinfecten las manos. A la entrada del lugar de culto, una persona regulará los flujos para no superar el tope máximo de asistencia en estas circunstancias.

Las medidas se aplican a "cualquier persona de 11 años o más", según el decreto. Las autoridades podrán cerrar los lugares de culto que incumplan estas reglas. 

La reanudación de las celebraciones con público se anunció inicialmente para el 2 de junio. Durante las últimas semanas el episcopado católico presionó para que entrara en vigor para el domingo de Pentecostés, el 31 de mayo.

El Aíd al Fitr, la fiesta de ruptura del ayuno que marca el final del mes sagrado del Ramadán, tendrá lugar el domingo, anunció el viernes por la noche el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM). Esta fiesta se celebra tradicionalmente con grandes oraciones colectivas a primeras horas de la mañana.

Publicidad