Cuando Amanda Eller de 35 años se dio cuenta que estaba perdida en medio de un bosque en Hawái, pensó inmediatamente en volver a su automóvil pero eventualmente tuvo una caída y se rompió una pierna, por lo que tuvo que comenzar una lucha por sobrevivir.
Según señala el diario británico The Guardian, al pasar de los días, ocurrían más y más cosas adversas: comenzó a llover y una inundación se llevó sus zapatos, motivo por el cual fue encontraba descalza.
Sus cercanos dicen que para Amanda Eller lo peor fue el frío, explicando que para sobrevivir se metió en una cueva en la que durmió y buscó grandes hojas y lo que fuera para taparse.
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Mientras, para comer, encontró guayabas. Uno de esos días, dos polillas que se posaron sobre ella y terminó comiéndolas. Todo servía para no morir.
Una amiga comentó que "todas las mañanas se levantaba y decía 'hoy es el día en que voy a salir de esto', y cada noche se dormía molesta porque eso no pasaba", así pasaron 17 días.
Amanda Eller fue encontrada por un helicóptero cerca de una cascada desde la que obtenía agua y dijo después que otra idea era seguir el rumbo del agua hasta llegar al mar pero su plan falló cuando se topó con un acantilado.