Un diputado conservador y antiguo oficial militar de la Armada británica, que perdió a su hermano en un atentado en Bali, Indonesia, en 2002, trató de salvar la vida del policía herido con RCP (Resucitación Cardio-Pulmonar) pero su esfuerzo fue en vano.

"Traté de cortar el flujo de sangre y le hice el boca a boca (...) Pero creo que había perdido mucha sangre", explicó Tobías Ellwood al diario The Sun.

"Tenía varias heridas, bajo el brazo y en la espalda", añadió.

Ellwood trató de reanimar al policía herido y se mantuvo junto al él todo el tiempo, hasta que la ambulancia llegó al lugar.

En una de las zonas supuestamente más vigiladas del mundo, donde se concentran las dependencias de los tres poderes, un hombre atropelló con su coche a los peatones que cruzaban el puente de Westminster, matando a dos e hiriendo a 20, y se dirigió luego al recinto del Parlamento, donde mató a cuchilladas a un policía antes de  ser abatido.

Heridas "catastróficas"

Un médico del Hospital de Saint Thomas, que se encuentra a 200 metros del lugar de los hechos, y que atendió a las víctimas, describió sus heridas como "catastróficas".

El atentado dio paso a escenas de caos y pánico. La gente corría por las calles de Westminster, los diputados se encerraron en sus oficinas, y el sonido de las sirenas y los helicópteros se apoderó de todo el centro de Londres.

El ataque se produjo poco antes de las 15 horas, y justo el día en que Bruselas conmemoraba el primer aniversario de los ataques que dejaron 32 muertos en el aeropuerto y el metro de aquella ciudad.

Londres sufrió en julio de 2005 atentados coordinados contra servicios de transportes públicos que dejaron 56 muertos, incluyendo a los cuatro hombres que los perpetraron.

El área de Westminster, con el Big Ben, la sede del Parlamento y la mayoría de ministerios y dependencias gubernamentales, es muy concurrida por turistas y funcionarios.

La estación de metro más próxima al Parlamento, Westminster, fue cerrada al público, y la policía pidió a la gente que evitara las zonas de Whitehall, los puentes de Westminster y Lamberth, la calle Victoria y el embarcadero de Victoria, así como la zona de Embankment, para permitir el tránsito de los servicios de emergencia.

En la escala de amenaza terrorista que mantienen las autoridades británicas, el nivel es 'severo', el segundo más alto, lo que significa que es 'altamente probable' que haya atentados.

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