AFP

El régimen de Bashar al Asad y el Hezbolá designan como "takfiris" (literalmente, los que acusan a otros musulmanes de apostasía) a los grupos yihadistas o islamistas radicales sunitas implicados en la guerra en Siria.

El Hezbolá no precisó sin embargo el nombre de ningún grupo entre las numerosas formaciones armadas sunitas presentes en el país en guerra.

La zona del aeropuerto de Damasco donde, según el Hezbolá, se produjo el bombardeo está en manos del ejército sirio, con una fuerte presencia de combatientes del partido y de los aliados iraníes. La primera posición rebelde se encuentra a 7 km, en la Guta oriental.

El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane, declaró el sábado a la AFP que "ningún disparo de artillería había sido registrado en las últimas 72 horas de la Guta hasta la zona del aeropuerto".

- 'Proseguir el combate' -

"Los resultados de la investigación reforzarán nuestra determinación y nuestra voluntad a proseguir el combate contra estas bandas criminales y a derrotarlas. Era el deseo y la esperanza de nuestro querido mártir", añadió el comunicado de Hezbolá.

El movimiento chiita, que libró una guerra contra Israel en 2006, suele acusar a este país del asesinato de sus jefes pero en esta ocasión no lo ha hecho.

Hezbolá es el enemigo jurado de Israel y es considerado una "organización terrorista" por Estados Unidos. Se ha convertido en blanco de los insurgentes y yihadistas desde su entrada en guerra en Siria en apoyo a las tropas del régimen.

Según una fuente de seguridad siria, la explosión se produjo el jueves por la noche en una nave cercana al aeropuerto de Damasco en la que se hallaba Badreddine.

No se tiene constancia del sobrevuelo de aviones sobre la zona antes de la explosión y nadie sabía que Badreddine se encontraba en el lugar, informó esta fuente a la AFP.

El aeropuerto y sus alrededores forman parte de la zona de combates de Sayeda Zeinab, un lugar importante de peregrinación chiita situado a 10 km de Damasco.

La carretera del aeropuerto es considerada razonablemente segura respecto a otros frentes de guerra en Siria, y ha sufrido pocos ataques en los últimos dos años.

Badreddine, de unos 55 años, estaba al mando de las operaciones de su movimiento en Siria, en guerra desde hace cinco años entre las tropas del régimen, los rebeldes y los yihadistas.

Es uno de los cinco miembros de Hezbolá acusado de la muerte de Rafic Hariri, ex primer ministro libanés asesinado en un atentado en Beirut en 2005. Además, el Tesoro de Estados Unidos también le había impuesto sanciones.

Badreddine había reemplazado en el cargo de comandante militar a Imad Moughniyé, que estaba buscado por la Interpol y Estados Unidos por una serie de atentados y secuestros. Badreddine fue enterrado al sur de Beirut, feudo tradicional de Hezbolá, junto a su predecesor.

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