La tarde de este martes, un sujeto asaltó un bus en un terminal de Río de Janeiro, en Brasil, y tomó como rehenes a sus pasajeros.

Según recoge Globo, el hecho afectaría a una máquina de la empresa Viação Sampaio, esto en el terminal Rodoviária do Rio, en el centro de la ciudad.

El sujeto tomó a 17 personas como rehenes, entre ellas niños y ancianos.

Personal del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE) de la Policía acudió al lugar de los hechos. La zona fue acordonada.

La policía informó que hay dos personas heridas de bala, de las cuales, una de ellas fue trasladada al Hospital Souza Aguiar y se encontraría en riesgo vital.

Después de tres horas, el secuestrador decidió entregarse a la policía, siendo detenido.

Imágenes de televisión mostraron un autobús azul parado en medio de un estacionamiento vacío.

"Estaba en la pasarela cuando el individuo sacó el arma y empezó a disparar", dijo un usuario de la estación, Carlos Sarabia, a Globo.

"Tengo dos amigos que están dentro del bus", agregó. "Estamos todos desesperados porque no sabemos qué va a pasar".

Las imágenes también mostraban a decenas de personas en el exterior de la estación, ubicada en el centro de la ciudad y desde donde salen autobuses para todo Brasil.

Desde la concesionaria a cargo del terminal de buses señalaron que "hemos llamado inmediatamente a la policía y a los bomberos, que ya se encuentran en el lugar de los hechos".

"En cuanto tengamos más detalles sobre el incidente, emitiremos un nuevo comunicado. La zona ya ha sido acordonada para proteger a todos los pasajeros. Estamos a la espera de que las autoridades actúen en el lugar", añadieron.

La empresa aconsejó a las personas con pasajes comprados para esta tarde a que reprogramen sus viajes.

El secuestro de autobuses tiene precedentes en Rio.

En 2019, un individuo mantuvo durante casi cuatro horas como rehenes a los pasajeros de un ómnibus en el puente que une Río de Janeiro con la vecina ciudad de Niterói, antes de ser finalmente abatido por francotiradores de la policía.

El caso más grave fue en junio de 2000, cuando una rehén fue asesinada y el atacante falleció tras ser capturado por las autoridades. Ese hecho inspiró una película.

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