Los dos sospechosos permanecerán bajo custodia judicial como principales acusados en la investigación criminal sobre el escándalo del fipronil, sustancia prohibida en la cadena alimentaria en Europa y que fue encontrada en los huevos.

Los investigadores consideran que los sospechosos utilizaron este químico en los establos con gallinas ponedoras para luchar contra los parásitos, aunque no especificaron si conocían o no los peligros de esta sustancia.

Debido a que las investigaciones siguen en marcha, los dos detenidos permanecerán incomunicados y sus abogados se han negado a ofrecer más información de la situación del caso.

Debido a este caso, millones de huevos fueron destruidos y pollos sacrificados, lo que elevó los daños a al menos 150 millones de euros en el sector avícola, según cálculos de empresarios neerlandeses.

El Ministerio de Alimentación y Bienestar informó que continúa recibiendo informes de compañías que pueden haber utilizado fipronil en los establos y añadió que se sigue el procedimiento habitual de "bloquear” la producción en estas empresas para investigarlas.

De hecho, el ministerio ya ha comenzado a desbloquear los establos de las 19 empresas avícolas denunciadas, pero que no han utilizado este tóxico, y a ampliar una lista de códigos de huevos contaminados en su página web.

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