Investigadores británicos planean infectar a voluntarios con el nuevo coronavirus para avanzar en la búsqueda de una vacuna y de posibles tratamientos contra la enfermedad, anunciaron este martes, presentando su estudio como una primicia mundial.

El primer paso del proyecto, dirigido por el Imperial College de Londres, es analizar la viabilidad de exponer a voluntarios sanos de 18 a 30 años y sin factores de riesgo al SARS-CoV2, el virus del nuevo coronavirus. Esta fase inicial tiene como objetivo determinar qué cantidad de virus causa síntomas en una persona, explica el Imperial College en su página web.

Luego estudiarán "cómo funcionan las vacunas en el cuerpo para detener o prevenir el COVID-19, harán una observación de los tratamientos potenciales y estudiarán la respuesta del sistema inmunitario". "Nuestra prioridad número uno es la seguridad de los voluntarios", dijo el doctor Chris Chiu, que dirige esta investigación en el Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres.

El experto señaló que, desde hace 10 años, su equipo ha estado realizando estudios de este tipo sobre virus respiratorios. Los voluntarios serán infectados "por la nariz", el "camino natural" del virus, dijo Peter Openshaw, codirector del estudio y profesor de medicina experimental del Imperial College.

"La gran ventaja de estos estudios con voluntarios es que podemos observar con mucha atención a cada voluntario, no sólo durante la infección sino también antes de la infección, y podemos controlar lo que está sucediendo en cada etapa, incluso antes de que se desarrollen los síntomas”, añadió.

Esta investigación, que representa una gran fuente de información, permite trabajar en un número mucho menor de pacientes que los ensayos clínicos de vacunas, que involucran hasta a miles de voluntarios. "Algunos centenares o pocas decenas de voluntarios" brindan una "idea muy clara de si una vacuna funcionará" y "cómo funciona", lo que ilumina la investigación, agregó Openshaw.

El experto, "muy optimista", calcula que las vacunas contra el nuevo coronavirus estarán disponibles a principios del próximo año, en cantidades limitadas, para la población de riesgo.

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