Deutsche Welle: El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) lleva años inspeccionando el supuesto de que Irán esté desarrollando armas atómicas y ahora la inspección ha terminado. ¿Cuán importante fue este paso para levantar las sanciones según el acuerdo nuclear con Irán? 

Ali Vaez: La OIEA ha terminado con las inspecciones de las actividades de Irán y en el futuro se concentrará en implementar el acuerdo nuclear. Pero antes de que se levanten las sanciones, Irán tendrá que apagar dos tercios de sus centrifugadoras activas y desmontar el reactor de Arak. Además, tendrá que sacar el 97 por ciento el uranio enriquecido del país. Después, la OIEA verificará estos pasos y entonces comenzará a suavizar las sanciones. Según mis cálculos, podría ser a finales de enero o febrero.

A muchos les sorprendieron las pruebas de misiles que hizo Irán en octubre y noviembre, incumpliendo la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. ¿Podrían tener consecuencias de cara a las sanciones? 

Estas acciones violan la resolución 1929 del Consejo de Seguridad, que prohíbe las pruebas con misiles de corto y medio alcance. La resolución sigue vigente, pero será sustituida por la 2231 cuando entre en vigor el acuerdo nuclear. Es decir, cuando Irán cumpla con su parte de los requisitos. Y la nueva resolución solo contempla la prohibición de misiles si están armados con cabezas nucleares. Está formulada para dejar más espacio a ambas partes.

Sin embargo, esas pruebas con misiles sirven como munición para el núcleo duro contra el acuerdo en Washington. En cuanto a las pruebas realizadas, el objetivo principal eran los propios iraníes, que tenían que ver que no son un país débil con tantas concesiones y que la seguridad del país está garantizada. Irán quiso también enviar una señal a sus rivales en la región, dejando claro que el compromiso con Occidente no significa que haya perdido importancia estratégica.

Es decir, las pruebas no retrasarán el levantamiento de las sanciones. ¿Qué efectos tendría en Irán el final de esas sanciones? 

Ahora mismo Irán es el país más sancionado del mundo. La entrada en vigor del acuerdo le convertirá en el país más vigilado del mundo, pero tendrá menos sanciones y se aprovechará de eso. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula un crecimiento económico de entre el 6 y 7 por ciento y muchos confían en un milagro económico tras el fin de las restricciones. Eso sería exagerado, porque también hay problemas estructurales que amortiguarán el efecto del levantamiento de las sanciones. Pero seguro que supone una ventaja para Irán. Además, Occidente también tiene interés en ello. Si no, no tendría mucho sentido que Irán cumpliese su parte del tratado.

Sin embargo, el levantamiento de las sanciones también puede ser destructivo. La apertura económica provoca miedos y puede conducir a una liberalización política, que debilitaría a muchos actores en Irán y podría derivar en duros enfrentamientos políticos. Por eso, mi pronóstico es que la situación económica será primero menos mala y después buena. Pero la situación política será mala y después será especialmente mala por los enfrentamientos económicos y las elecciones que están por venir.

Hablando de elecciones, a finales de febrero no solo se elige al Parlamento, sino también al Consejo de Expertos compuesto por 86 teólogos. ¿Qué papel tiene esta estructura en el futuro del país?

Es la responsable de elegir al gran líder. Actualmente es el Ayatola Jamenei, de 76 años. Y es probable que el nuevo consejo elija a un sucesor. Por eso son tan importantes las elecciones. Pero también son cruciales las elecciones parlamentarias, que preparan el camino a las presidenciales. Si (el presidente) Rohani mantiene el poder, tendrá más facilidad para impulsar su agenda. Si pierde, estaría paralizado hasta el final de su mandato y podría incluso perder las presidenciales. Por eso estas elecciones serán decisivas.

Ali Vaez es analista de Irán en el Internacional Crisis Group

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