Una enorme multitud se congregaba el martes en la ciudad de Kermán, en Irán, para la ceremonia de entierro del general Qasem Soleimani, quien murió el viernes como consecuencia de un ataque realizado por un dron estadounidense en Irak, constataron periodistas de AFP.
"Estamos aquí para expresar nuestros respetos por el gran comandante de nuestra sagrada defensa", dijo uno de los manifestantes, quien afirmó haber viajado desde la ciudad de Shiraz para estar presente en el funeral.
Hemmat Dehghan dijo a AFP que Soleimani "no era apenas amado en Kermán y en Irán, sino en todo el mundo".
Dehghan, de 56 años y un veterano de guerra, dijo que "la seguridad del mundo, de musulmanes, chiítas, de Irak, Siria, Afganistán y especial de Irán se lo debemos a él".
El asesinato de Soleimani, de 62 años, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución y extremadamente popular en Irán, hizo encenderse todas las luces de alerta ante la posibilidad de un conflicto generalizado en la región del Medio Oriente.
Poco después del asesinato de Soleimani, Jamenei se pronunció en favor de una "venganza severa".
El lunes, Teherán se despidió de Soleimani y los otros militares muertos en el ataque estadounidense, incluyendo el iraquí Abú Mehdi al Muhandis, número dos del grupo armado paramilitar pro iraní Hashd al Shaabi.
Según la televisión pública, millones de personas participaron en la ceremonia en Teherán.
Debido a la cantidad de gente, muchos iraníes no pudieron salir de las estaciones de metro, según la agencia de prensa ISNA.
Mucha gente estaba bloqueada en las calles adyacentes en torno a la avenida Enghelab (Revolución), el principal itinerario de la procesión.
Jóvenes y viejos de duelo, incluidas mujeres vestidas en chador negro o con hiyab, paralizaron el centro de la capital iraní para rendir un último homenaje al dirigente de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, encargado de las operaciones exteriores de Irán.
Posteriormente, los restos de Soleimani fueron trasladados a Qom y este martes deben ser sepultados en Kermán, su ciudad natal.
Como consecuencia del ataque del dron estadounidense en un punto próximo de Bagdad, en Irak, el parlamento iraquí adoptó un voto que exige la retirada total de las tropas de Estados Unidos estacionadas en territorio de ese país.