Un grupo de cuatro hombres fue ejecutados en Irán después de violar a una mujer en frente de su esposo.

El hecho ocurrió en la provincia de Jorasán Razaví, al noreste del país, mientras la pareja realizaba montañismo.

Los sujetos abordaron a sus víctimas e hirieron al hombre con un cuchillo para luego obligarlo a mirar cómo abusaban sexualmente de su esposa.

Con el correr de los días, los criminales fueron cayendo uno a uno y arrestados en distintos lugares.

Se les acusó de secuestro, violación, omisión de socorro y amenazas. Todos los integrantes de la banda, conocida posteriormente como "las hienas de Fariman" —ciudad capital del condado del mismo nombre—, tenían antecedentes.

El caso pasó del Tribunal Penal de Jorasán Razaví al Tribunal Supremo, que los condenó a morir en la horca.

Una decisión inusual para Irán, donde las víctimas de delitos sexuales deben necesitar de una alta cantidad de testigos para favorecer sus testimonios y, por otra parte, ser señaladas por cargos de adulterio, indecencia o comportamiento inmoral.

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