AFP

El gobierno de Japón levantó oficialmente este viernes sus sanciones contra Irán, después de que lo hicieran otras potencias, y espera ahora que las empresas niponas se abran paso en este país.

El acuerdo nuclear concluido el 14 de julio con las grandes potencias entró en vigor el pasado fin de semana, después de que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) certificara que Irán ha respetado sus obligaciones para garantizar la naturaleza pacífica de su programa nuclear.

La entrada en vigor del acuerdo ha permitido el levantamiento de una parte de las sanciones impuestas a Teherán por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

"Esperamos desarrollar relaciones amistosas con Irán", declaró a la prensa el ministro japonés de Relaciones Exteriores, Fumio Kishida.

El ministro dijo esperar el próximo cierre de un tratado de inversión con Irán para apoyar la actividad de las empresas japonesas en ese país.

Japón, que depende mucho del petróleo importado de Oriente Medio, mantuvo buenas relaciones con Teherán en los últimos años.

No obstante, había reducido desde hace algunos años sus importaciones de petróleo iraní, obedeciendo a la presión de otros países occidentales, y en particular Estados Unidos. Igualmente, Tokio puso fin a toda nueva inversión en Irán en 1993.

Actualmente, unas treinta empresas japonesas operan en Irán, y varios sectores están atentos para volver o entrar en un prometedor mercado, en particular el automotor, el de la energía (petróleo, energía nuclear), la medicina, la educación y la finanza.

Irán ha elogiado en numerosas ocasiones la tecnología nuclear de Japón, incluso tras el desastre de Fukushima en 2011, y defiende una cooperación en ese ámbito.

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